Bajo el lema “Anticipar la aurora, construir la esperanza”, y con motivo de los 50 años de la creación del Instituto Superior Miguel Raspanti, y en conmemoración por los 10 años del III Congreso Catequístico Nacional, el obispo de Morón, Jorge Vázquez, presidió la celebración eucarística en la basílica Inmaculada Concepción del Buen Viaje de esa jurisdicción.
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La homilía estuvo a cargo del presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y de Animación y Pastoral Bíblica, Gabriel Mestre, titular de Mar del Plata, quien centró la base de su prédica sobre la memoria de la Iglesia, sobre la paz, y la gratitud.
Educar en la memoria
El obispo recordó la promesa de Jesús de enviarnos al Paráclito, al Espíritu, para que esté junto a nosotros, asistiéndonos, estando a nuestro lado, consolándonos. Expresó que es propio del Paráclito, enseñar y recordar, ayudarnos a mantener una memoria viva de la presencia de Jesús en nuestra historia. Este Espíritu buscará que siempre tengamos memoria sana y saludable para que superemos la tentación de una memoria herida y dañada.
Afirmó que uno de los desafíos de la catequesis será educar en la memoria viva, para sanar y reconciliar, para superar las grietas y los enfrentamientos que nos dividen.
Paz auténtica
El responsable de llevar la pastoral catequística en el país, agregó que en este ámbito, el otro desafío será el de educar para la paz, una paz auténtica que nos regala Jesús; que no es fruto del esfuerzo humano, sino de un don de Dios.
¡Que la paz de Dios impregne siempre todos los rincones de nuestra vida!, pidió el obispo.
Acción de gracias
Mestre quiso homenajear la trayectoria de 50 años del Instituto Miguel Raspanti. Señaló que, fiel a su fundador, mantuvo una mirada sensible para integrar a todas las personas y contextos, educando en clave cristiana. Agradeció especialmente a quienes fueron y son parte de su historia.
Asimismo, recordó los 10 años del III Congreso Catequístico Nacional (Morón, 2012). Aquel evento mostró a los catequistas que se congregaron, bajo el lema “Anticipar la aurora. Construir la Esperanza” para “orar y celebrar, reflexionar y debatir sobre el ser y el quehacer catequístico”.
El obispo mencionó especialmente a aquellos transmisores de la fe, testigos de Cristo que hoy descansan en su paz: la hermana Beatriz Casiello, hija de María Auxiliadora; del músico Carlos Seoane; y de los padres Osvaldo Nápoli y Jorge Trucco, por el testimonio y el ímpetu para llevar adelante la tarea catequística, según los propios dones.
Finalmente, agradeció al Señor por hacernos instrumentos para transmitir la fe como discípulos misioneros.