El obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí, Rolando Álvarez, consiguió abandonar de madrugada la parroquia Santo Cristo, donde se encontraba refugiado y rodeado por efectivos policiales.
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Aunque no está claro quiénes llevaron la negociación, los agentes se retiraron a las seis de la madrugada (hora local). Un grupo de sacerdotes se apresuró a cubrir con sus cuerpos al obispo y sacarlo corriendo de la iglesia. Otro grupo de religiosos se encontró con el grupo camino de Matagalpa.
‘Escolta policial’
No obstante, durante el camino, hasta quince patrullas policiales ‘escoltaron’ el vehículo que trasladaba a Álvarez, creando una gran tensión y alarma. Los vehículos oficiales rodearon el coche, obligándole a seguir el camino marcado.
Debido a este despliegue, el obispo no pudo llegar a la curia arzobispal, que continúa sitiada por la policía, y hubo de desviarse hacia el seminario, donde permanece en estos momentos.
