América

La Iglesia, con el Papa a la cabeza, expresa su “consternación” por el tiroteo de Texas y exige “el fin del tráfico de armas”

  • 19 niños y dos profesores abatidos por un pistolero en una escuela
  • Obispos de Estados Unidos y del resto del mundo se unen al dolor de los familiares y rezan por las víctimas





“Consternación”, “dolor”, “corazón entristecido” son las palabras que la jerarquía eclesial ha repetido desde que se tuvo conocimiento del asesinato de 19 niños y dos profesores en una escuela de Texas. El papa Francisco, en su audiencia general, además de ofrecer sus oraciones por los fallecidos y sus familias, exigió “el fin del tráfico de armas”.



“Tengo el corazón entristecido por el tiroteo en la escuela primaria en Texas”, lamentó el Santo Padre. “Rezo por los niños y los adultos asesinados y por sus familias”, agregó. “Es tiempo de decir basta al tráfico indiscriminado de armas. ¡Comprometámonos todos para que tragedias como esta no puedan ocurrir más!”, instó el Pontífice.

La Conferencia Episcopal Estadounidense, a través de su directora de asuntos públicos, Chieko Noguchi, lamentó: “Ha habido demasiados tiroteos en las escuelas, demasiados asesinatos de inocentes. Nuestra fe católica nos llama a orar por los que han muerto y vendar las heridas de los demás”. Además, reclamó “buscar en nuestras almas formas en las que podamos hacer más para comprender esta epidemia de maldad y violencia e implorar a nuestros funcionarios electos que nos ayuden a tomar medidas”.

Compromiso

El obispo de Texas, diócesis donde sucedió la masacre, David Reed, envió una carta a la comunidad:  “Las palabras de indignación no son suficientes para expresar nuestro odio por este mal hecho a los niños pequeños que simplemente fueron a la escuela esta mañana. Las expresiones de dolor apenas tocan la profundidad del dolor de las familias esta noche. No hay nada que podamos decir hoy para consolar a los padres, hermanos y abuelos cuyas vidas quedaron arruinadas por esta malvada violencia”. El pastor añadió: “Ignora a los cínicos y ora con todo tu corazón. Deja que tus gritos lleguen al cielo. Deja que tu ira y desesperación sean tu oración”.

También Edward Charles Malesic, obispo de Cleveland” se muestra: “abrumado por la tristeza por esta tragedia devastadora y la pérdida resultante de vidas inocentes”. Pide oración y muestra: “Que nuestro testimonio de oración y solidaridad ayude a mover a las personas a la acción que conduzcan a cambios significativos que promuevan la seguridad escolar y la seguridad de todas las personas frente al flagelo de la violencia armada, y fomenten la construcción de una cultura de la vida”.

“Canalizar la violencia de otra manera”

Desde El Paso, el obispo mostró su “compromiso para renovar los esfuerzos y encontrar nuevas formas de detectar a personas con riesgo de desarrollar comportamientos así, y a presionar de cara a alcanzar límites razonables a la proliferación de armas de fuego“.

Desde España, el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Juan José Omella, se unió a las oraciones y reclamó una reflexión como sociedad: “Rezo por las víctimas y sus familias, y por el asesino. Son muertes sin sentido. Algo estamos haciendo mal como sociedad. Urge cambiar cosas para canalizar la violencia de otra manera”.

 

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