“Queremos recibir los palos que merecemos, pero desde una transparencia justa”, explica el nuevo presidente del Episcopado, Matteo Zuppi
Hasta la fecha, la Iglesia italiana era de las pocas en Europa que se resistía a investigar los abusos sexuales. Tras el giro dado por los obispos portugueses y españoles, la Conferencia Episcopal Italiana elaborará informe que será presentado antes del 18 de noviembre.
Sin embargo, lejos de realizar un estudio histórico, los obispos italianos solo mirarán a partir del año 2000. Tampoco se detendrán en recopilar nuevas denuncias, sino que recogerán las que ya están registradas en la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Para el nuevo presidente del Episcopado italiano, “se lo debemos a las víctimas, la Iglesia está del lado de las víctimas”. Sin embargo, los principales colectivos presentes en Italia reivindicaban que se estudiara al menos los casos de los últimos 70 años, por lo que ya han expresado su malestar por el que consideran que es escaso centrarse solo en estas dos décadas.
El cardenal arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, justificó que no se miré atrás en el tiempo, por ejemplo, hasta 1945, puesto que considera que “así es mucho más serio. Nos interesa abordar las verdaderas contradicciones, las cosas que conocemos. Debemos evitar el riesgo de minimizar, pero también de amplificar“.
Al hilo de esta cuestión, expuso que “queremos recibir los palos que merecemos. Pero queremos una transparencia justa. Algunos datos pueden ser discutibles como ha pasado en Francia”. Lo cierto es que, hasta el momento, tampoco se conoce con detalle cómo se llevará a cabo este trabajo italiano y tan solo ha trascendido que se contará con algunos agentes independientes que acompañarán a la Iglesia italiana.