La basílica de San Pedro ha acogido este martes, 31 de mayo, el funeral del cardenal Angelo Sodano. El papa Francisco no solo presidió, como suele ser habitual en los funerales de los cardenales fallecidos en Roma, el rito de la última ‘Commendatio’ y de la ‘Valedictio’, sino que estuvo presente en la celebración presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio cardenalicio.
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Trabajo por la paz
El cardenal Re, destacó que los cristianos “tenemos un destino de eternidad”, una certeza que “iluminó toda la existencia del cardenal Angelo Sodano, a quien el Señor llamó a sí desde el lecho de un hospital donde llevaba tres semanas ingresado”. Para el decano, el difundo “en los casi 16 años en que fue el primer colaborador del Papa, trabajó por la paz con competencia y dedicación”, aunque “no faltaron momentos de especial compromiso debido a la complejidad de las situaciones geopolíticas”.
En la homilía se repasó su estancia en la Universidad Gregoriana, su misión en Ecuador, Uruguay y Chile. También, Re destacó que “en 1968 fue llamado a Roma para formar parte del entonces Consejo para los Asuntos públicos de la Iglesia” y “se dedicó a las relaciones de la Sede Apostólica con Europa del Este y tuvo la oportunidad de visitar Rumanía, Hungría y Alemania del Este”. A esto seguiría el nombramiento de Nuncio apostólico en Chile, cargo que mantuvo durante la dictadura de Pinochet.
Ya en Roma, destacó el cardenal decano de su predecesor, que “muchos de nosotros pudimos apreciar de primera mano el alto sentido del deber del cardenal Sodano” y su “sensibilidad hacia los objetivos pastorales de la acción de la Iglesia en el mundo, su sabiduría para evaluar los acontecimientos y las situaciones, y su disposición a ayudar, buscando soluciones adecuadas en cada caso”. “Durante sus largos años de servicio a la Santa Sede, el cardenal Sodano creyó firmemente en Cristo y lo siguió fielmente, sirviéndolo con amor y dedicación a la Iglesia y a su Vicario”, recalcó.
