La devoción –y la pasión– hizo que, en pleno confinamiento, el franciscano conventual Luis Esteban Larra Lomas (Cañizar de Argaño, Burgos, 1964) se pusiera a contar los cuadros que el Museo del Prado tiene con san Francisco de Asís como protagonista o, si acaso, en compañía, por ejemplo, de Jesús o de la Virgen María. “Me atrevería a decir que san Francisco de Asís no solo es la figura religiosa más pintada en la pinacoteca madrileña, sino de entre todos los personajes, incluidos civiles, laicos, para entendernos”, sostiene el religioso.
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Larra llegó a contabilizar 173 cuadros de san Francisco de Asís, incluidos los no expuestos, que forman parte del denominado ‘Prado disperso’ o simplemente permanecen almacenados. “Fue una grandísima sorpresa –añade–. Si lo comparamos con santos y santas de especial relieve en la historia de la Iglesia por su popularidad o devoción, sin duda la figura de san Francisco destaca en número de cuadros sobre todos ellos”. Y cita solo algunos: 79 de santa Catalina de Alejandría, 62 de san Antonio de Padua, 49 de santa Teresa de Jesús, 36 de santo Domingo de Guzmán o 17 de san Ignacio de Loyola.
Entre todos ellos, ha elegido doce, con los que ha escrito ‘San Francisco de Asís en el Museo del Prado’ (PPC), una “guía artística y espiritual” que el cardenal Gianfranco Ravasi define en el prólogo como “verdaderamente fascinante”. “Tenía que tener algún criterio –prosigue el autor–. La elección de los doce es porque eran los que en ese momento –cuando surgió este libro, en plena pandemia, desde que nos quedamos confinados, en marzo de 2020, hasta que yo me contagié con el virus y tuve que guardar cuarentena, en noviembre de ese mismo año– se exponían en el Museo del Prado”.
Los autores, fundamentalmente barrocos: Nicolás Francés, el Maestro de Hoogstraten, Fernando Yáñez de la Almedina, Vicente Macip, Alonso Sánchez Coello, El Greco, Carracci, Gentileschi, Ribalta, Ribera, Zurbarán y Murillo. “Hay uno de Tiepolo que me habría gustado incluir, pero en ese momento no estaba expuesto. Los doce son, además, de autores distintos, aunque alguna temática sea semejante”, continúa.
Una mirada de devoción
“Los temas que más se repiten, por razón de esa espiritualidad barroca en la que nacieron, son los tres que tienen que ver con la estigmatización de san Francisco, un hecho que ocurrió en el monte Alvernia en septiembre de 1224, dos años antes de su muerte. Digamos que hay un antes, un durante y un después de los estigmas”, añade Larra Lomas, teólogo, periodista y autor también de ‘Francisco de Asís, el santo que todo lo hermana’ (San Pablo, 2019).
La mirada de Luis Esteban Larra Lomas no es, sin embargo, únicamente artística: es, sobre todo, de devoción y de una pasión inconmensurable. “Creo que me sale del alma y del corazón; después de haber contemplado, de haber estado horas y horas con mis ojos exteriores e interiores, con todos los sentidos delante de esas imágenes, la conclusión es que estoy ante un Francisco enamorado, un Francisco apasionado en todos los sentidos”, reconoce, invitando a fijarse especialmente en las manos y en los rostros reveladores del santo de Asís.
“Un Francisco lleno de luz, lleno de seducción, que te invita a mirarle al rostro –explica–. Cada uno de los rostros, sus detalles, las miradas, los ojos, es de un hombre que atrae, un hombre que seduce, porque es un hombre que está enamorado, que invita a enamorarte con él y de quien él se ha enamorado, que es ni más ni menos que Cristo”.