Como cada año, el Congreso de Estados Unidos, a través de una comisión específica en su Departamento de Estado, ha publicado su Informe sobre Libertad Religiosa, en el que hace un repaso a nivel mundial sobre esta situación. En el difundido ayer 2 de junio y correspondiente a 2021, la principal conclusión es que hay 15 países en los que considera que “la situación es de especial preocupación” en cuanto a libertad de culto. Entre ellos, se encuentran naciones como Myanmar, China, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Pakistán, India, Rusia, Arabia Saudí, Tayikistán o Turkmenistán.
Además de este grupo a la cabeza de este oscuro ránking de obstrucción de un derecho fundamental como es el de practicar la propia fe, individual o comunitaria, el Congreso estadounidense señala que hay un segundo bloque de “vigilancia” conformado por 12 países que “cometen y toleran graves violaciones de derechos”.
Ahí nos topamos, entre otros, con Argelia, Cuba o Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega ha enconado su confrontación contra la Iglesia católica por apoyar varios sacerdotes, religiosos y obispos a opositores al sandinismo que en 2018 optaron por manifestarse en la calle.
En 2020, República Centroafricana había salido de este segundo grupo de vigilancia, pero el deterioro en su situación la ha vuelto a llevar a ese bloque.
Como destaca Al Jazeera, en la presentación del informe a los medios, Rashad Hussain, el embajador general de Estados Unidos para la libertad religiosa internacional, fue muy duro respecto a China, observando que “no sorprende” su presencia en el bloque de los países que más socavan la libertad religiosa, hasta el extremo de ser “un claro ejemplo aquí”. Y es que, lamentó, su Gobierno comunista “continúa cometiendo genocidio y crímenes de lesa humanidad contra los uigures”, un colectivo en su mayoría musulmán asentado en la región de Xinjiang, donde incluso habría campos de concentración. También sufrirían el maltrato chino “otros grupos étnicos y religiosos minoritarios”.
En cuanto a la India, el informe sostiene que, “a lo largo del año se produjeron ataques contra miembros de comunidades religiosas minoritarias, incluidos asesinatos, agresiones e intimidación”. Situación que especialmente habrían padecido cristianos y musulmanes en un contexto de clara mayoría hindú. Hasta el extremo de que, “diez de los 28 estados tienen leyes que restringen las conversiones religiosas”.