La Iglesia ya trabaja en su causa al cumplirse los cinco años de su asesinato por ayudar a otras personas durante el ataque terrorista de Londres
Ignacio Echeverría fue el santo de la puerta de al lado de dos personas, a las que salvó aún a riesgo de perder su vida. Hoy hace cinco años del asesinato del ‘héroe del monopatín’ –tiempo que la Iglesia considera necesario para comenzar una causa de canonización– en los atentados de Londres. Por eso, la Iglesia ya trabaja para que el joven madrileño suba a los altares.
El 3 de junio de 2017, tres terroristas –Khuram Buit, Rachid Redouane y Youssef Zaghba– atropellaron a todos los viandantes a su paso en el Puente de Londres. Luego, se bajaron del vehículo para apuñalar a todo aquel que encontraban en el Borough Market. En total, 8 personas asesinadas por los yihadistas.
Aquella noche, en torno a las 23:00 horas, Ignacio Echeverría regresaba a casa tras patinar con dos amigos cuando se topó con la situación. Al contrario que todos los que huían del lugar, el se dirigió hacia los islamistas para golpearles con su monopatín y evitar que mataran a una mujer y un policía. Cumplió su misión, pero él no pudo salvarse.
La familia y los amigos del joven llevan un año manos a la obra para que pueda ser declarado santo. Ahora hay que esperar a que el arzobispado de Madrid apruebe la apertura de la causa y comience la fase diocesana de recopilación de datos antes de enviarlo a la Congregación para las Causas de los Santos.