La Archidiócesis de Zaragoza ha finalizado su proceso diocesano para el Sínodo de la Sinodalidad con propuestas, tal como recoge EFE, como abrir un diálogo sobre el celibato opcional de los sacerdotes y sobre el acceso de la mujer a los ministerios, incluido el diaconado y el sacerdocio pero no el episcopado; admitir los abusos sexuales en la Iglesia, y acoger a los nuevos modelos de familia y las nuevas formas de sexualidad.
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Estas conclusiones se recogen en el documento que la Archidiócesis de Zaragoza ha remitido a la Conferencia Episcopal tras un proceso en el que han participado casi 400 grupos sinodales, mayoritariamente parroquiales, pero también cofradías, movimientos apostólicos, asociaciones laicas, comunidades de religiosos y monasterios de vida contemplativa.
La Iglesia aragonesa expresa, así, su deseo de modernizarse y abrirse a la sociedad, plural y con sus nuevas redes de comunicación y lenguajes, para atraer a su seno a todas las personas que se sienten cristianas pero que se han sentido apartadas por la institución por sus creencias, actitudes o decisiones.
Acogida e integración
Por otro lado, la Archidiócesis de Zaragoza reconoce “con humildad” que en la Iglesia “hay pecado, se cometen abusos” y “hay incoherencias entre lo que se dice y lo que se hace y la jerarquía escucha poco” y pide “condenar, esclarecer y terminar con los casos de abusos sexuales y apoyar y reparar a las víctimas”.
En el documento se muestra, además, “respeto, acogida e integración” a las personas que se han divorciado y se han vuelto a casar por lo civil, así como a “los cristianos homosexuales seguidores de Jesucristo y de otros modelos de familia que de hecho existen en la sociedad”.