El obispo Florencio Armando Colín, de la diócesis de Puerto Escondido, en el estado mexicano de Oaxaca, expresó su tristeza y dolor por los daños ocasionados por el huracán Agatha, y llamó a apoyar a las comunidades afectadas.
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Este 2 de junio, el gobernador Alejandro Murat actualizó la información en torno a los daños que dejó el huracán Agatha a su paso por ese estado el pasado 31 de mayo: nueve personas fallecidas y miles de afectadas.
Mencionó que algunas regiones permanecen en emergencia debido a los desbordamientos de los ríos, deslaves y numerosos destrozos en poblados y zonas turísticas: 25 mil usuarios siguen sin servicio eléctrico y 3 mil militares están atendiendo la emergencia.
En ese sentido, el obispo de la diócesis de Puerto Escondido comentó que el paso del huracán preocupó y ocupó a sus sacerdotes de esa Iglesia, pues muchos de ellos fueron en auxilio de su gente para ver en qué podían ayudar.
Agradeció a Dios que las ayudas estén llegando, tanto de la autoridad civil como militar: “también estamos llamando a que alguien nos pudiera ayudar con helicópteros para poder llevar despensas, comida, ropa, así como láminas y lo que se necesite para ir reconstruyendo en San Mateo Piñas y alrededores, que fueron los que quedaron afectados”, dijo.
Ir al servicio del hermano
En días pasados, el obispo Colín había alertado que en varias comunidades “se perdió toda posibilidad de comunicación: sin internet, sin señal telefónica, obstrucción de vías de comunicación y suspensión de casi todos los servicios”.
“En mi corazón de Pastor hay preocupación por el dolor y desesperación de decenas de familias que han perdido su patrimonio… agradezco al Ejército y los de protección civil que han trabajado por el pueblo buscando el bien de las comunidades ante estos fenómenos naturales”.
En ese sentido, el obispo consideró que “esta es la hora en que el Señor nos convoca a ser cristianos para ir al servicio del hermano que nos necesita en estos momentos. Es la hora de la Iglesia para hacer arder la caridad entre todos sus miembros, para extender nuestras manos ayudando”.
Armando Colín pidió la protección de Nuestra Señora de la Soledad, patrona de los mares, para “transformar la destrucción en vida nueva”, y pidió a los fieles ser misericordiosos dando apoyo y estar atentos para ver la manera en que puedan continuar la ayuda para la reconstrucción.