Teo Cardalda recorre sus 40 años de carrera con el disco ‘El viaje que nunca acaba’. En él rinde tributo a los compañeros del “largo y curvo camino recorrido” y a las canciones que han marcado su camino musical, primero con Golpes Bajos y luego con Cómplices, junto a María Monsonís. El 10 de junio podemos verle en directo en la madrileña sala Galileo Galilei.
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PREGUNTA.- El disco es un viaje “emocional” por el tiempo…
RESPUESTA.- Era un proyecto que me rondaba desde hacía mucho. Está grabado poco a poco. Allí donde iba buscaba un estudio con piano acústico e iba recopilando canciones propias… Era el momento. Es un proyecto bonito, un homenaje a toda la gente que me ha marcado. Compañeros con los que he estado o músicos que me han marcado.
Sin nostalgias
P.- También hay canciones nuevas.
R.- No soy muy de nostalgias. Cuando tenía 19 años era muy curioso y ahora, que tengo casi 60, no he cambiado. No quería poner la mirada solo en el pasado; por eso quería incluir canciones nuevas. También hago un homenaje a los grandes, a los que quiero: Antonio Vega, Enrique Urquijo, Ray Heredia o David Bowie, junto a temas que hice con Golpes Bajos.
P.- Golpes Bajos hacía cosas que hoy serían impensables como, en plena Movida, cantar ‘No mires a los ojos de la gente’ o ‘Malos tiempos’…
R.- Puede que estuviéramos fuera de onda, pero estábamos en su centro. Éramos adolescentes soñadores que creían en lo que hacían, y eso se contagia. Hoy está más aburrido el mercado. Aunque hay cosas muy buenas, todo está más pensado. Los artistas de hoy son más fríos y más producto.
Ternura y reflexión
P.- Buena parte de sus letras tienen un componente esperanzador. ¿Tiene algún tipo de fe?
R.- Mi espiritualidad pasa por contactar con mi realidad interior. Todas nuestras letras tenían un tanto por ciento de reflexión, introspección, dudas existenciales, mirar un poco más lejos y un poco más adentro. Mira cómo son las letras ahora… ¡Yo no las entiendo, sinceramente! Un poquito de ternura y reflexión, por favor.
P.- La pregunta del millón: ¿qué es la felicidad?
R.- No existe. Solo momentáneamente, en instantes medidos. No me veo en una vida repleta de felicidad ni en una carrera repleta de éxitos. Las historias de amor están llenas de instantes felices y durísimos, como la música. Lo decía Valle-Inclán. (…)