El secretario particular de Benedicto XVI, Georg Gänswein, ha destacado que en la Curia Romana “el personal se ha vuelto más internacional y el número de laicos, tanto hombres como mujeres, ha aumentado”. El arzobispo ha defendido que el Vaticano es algo más que los “cotilleos y escándalos” que circular de boca en boca. Lo ha hecho durante una celebración que ha presidido en Austria.
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Tiempo de podar
En una entrevista en el “Kirchenblatt” de Vorarlberg, denuncia que sobre el centro de la cristiandad circulan “un gran número de aventuras que surgen de una fértil imaginación pero que no representan la realidad”. Frente a esto destacó que el personal de la Curia debe, ante todo, ayudar al Papa como pastor de la Iglesia universal para que pueda cumplir su ministerio como sucesor de Pedro de la mejor manera posible.
Para cumplir este objetivo, Gänswein destacó la relacione entre los obispos de todo el mundo y el Papa y, con las reformas de fondo, señaló que como ocurre con los árboles a veces hay que podar “para que no se desborde” pero “algunas hojas secas y podridas se caen solas”.
En la entrevista, recogida por Kath Press, invitó a rezar por las vocaciones en Europa, que vive una sequía en este aspecto. “Cristo no ha abandonado sin más la escena, aunque a veces lo parezca”, recalcó. Para el secretario está muy presente el peligro de “diluir” la imagen del sacerdote. “Debemos tener la valentía de mantenernos plenamente en la fe de la Iglesia y en el celibato”, que “no es un obstáculo incómodo, sino un don de Cristo”, reclamó.
