El nuncio apostólico Visvaldas Kulbokas no ha abandonado Kiev desde que, el pasado mes de febrero, comenzase la invasión rusa en Ucrania. Desde allí ha comentado a Vatican News las palabras de Francisco en el regina coeli del pasado domingo, Pentecostés, en las que el Papa volvía a clamar por el fin de la guerra.
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“De las palabras y de toda la actitud del papa Francisco”, ha dicho el nuncio, “se desprende inequívocamente que haría cualquier cosa para poner fin a esta guerra lo antes posible”. Asimismo, ha hecho hincapié en la insistencia de Francisco en buscar “una solución sostenible” al conflicto. “En la situación actual, este objetivo va más allá de la sola fuerza humana. Aquí necesitamos realmente la gran ayuda de Dios para que los corazones de los que están a cargo de la las naciones parten de los que empezaron la guerra, que se conviertan delante de Dios”.
Un recuerdo imborrable
“Cientos de niños murieron en los bombardeos, miles tuvieron que abandonar sus hogares, muchos quedaron huérfanos”, ha continuado el prelado, quien ha reconocido que nunca podrá “borrar el recuerdo” de los niños de un orfanato en Vorzel, un pueblo cercano a Kiev, “que salen de sus refugios después de tres días en el frío y en la oscuridad, mientras la gente peleaba y moría afuera”. Para Kulbokas, “bastaría que cualquiera hubiera presenciado estos hechos para entender a qué se refiere el Papa cuando habla de ‘macabra destrucción de ciudades'”.
Por otro lado, el nuncio ha subrayado la importancia que se da en los medios de comunicación de ambos bandos a las palabras del Papa. “En Ucrania, aunque no es un país de mayoría católica, todos se dan cuenta de la autoridad y la importancia internacional de la voz del Papa, es precisamente por eso que se puede percibir claramente cuánto valora del papa Francisco cada palabra”.