“No se trata de tolerancia cero, sino de aplicar el encubrimiento cero”. Es el salto que, a juicio de José Luis Segovia, debe llevar a cabo la Iglesia, si verdaderamente quiere plantar cara a la crisis de los abusos sexuales.
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Así lo expresó el vicario episcopal de Pastoral Social e Innovación de la Archidiócesis de Madrid, en la ponencia de tarde de las VI Conversaciones PPC, organizadas por la editorial y por el Instituto Superior de Pastoral en el Colegio Mayor MARA.
Justificado enfado
Durante su alocución, Segovia compartió “el monumental y justificado enfado de las víctimas”, en tanto que “viene ligado al ninguneo y al toreo que han sufrido durante años de las instituciones eclesiales”. Para el sacerdote, hoy por hoy, la Iglesia cuenta con “normas canónicas poco precisas y con espacios de prescripción extremadamente difusos o cortos”. “Es una barbaridad supina”, apostilló.
En esta misma línea, también denunció “el insano ejercicio de poder” ligado al clericalismo como “intenso favorecedor de abusos”. A partir de ahí, reflexionó sobre la “asimetría relacional que constituye un factor contextual de primer orden de protección o de riesgo”. “El negacionismo ante los abusos constituye un auténtico obstáculo para la credibilidad de la Iglesia”, añadió.
“Necesitamos que se note que esto va en serio y que esto no se trata de cubrir el expediente, no con intenciones, sino en la medida en la que se ponen en marcha recursos económicos, personales…”, comentó, subrayando que “las víctimas son el centro, no parte del problema, sino la solución”.