Al finalizar el rezo del ángelus, el papa Francisco se ha dirigido a las autoridades y a la población de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur para expresar, “con gran pesar” que debido a los problemas con su pierna, ha tenido que posponer su visita a ambos países, programada para los primeros días de julio. “Realmente siento un gran pesar. Les pido disculpas por esto. Recemos juntos para que, con la ayuda de Dios y los cuidados médicos, pueda ir a visitarlos lo antes posible”, ha afirmado el Papa.
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El pasado viernes, el Vaticano anunciaba que los dolores en la rodilla derecha del papa Francisco volvían a alterar nuevamente su agenda. La visita al Líbano, prevista del 12 al 13 de junio, fue el primer gran viaje pospuesto. En el aire queda ahora la visita del Papa a Canadá del 24 al 30 de julio. Debido a esta dolencia, el Papa ya ha cancelado su breve visita a Florencia en febrero, la misa del Miércoles de Ceniza y ha permanecido en reposo algún día del mes de abril.
Santísima Trinidad
Hoy, solemnidad de la Santísima Trinidad, el Papa ha reflexionado sobre la liturgia, en la que el evangelio presenta a “las otras dos personas divinas, el Padre y el Espíritu Santo”. “Celebrar la Santísima Trinidad no es tanto un ejercicio teológico, sino una revolución en nuestro modo de vida”, ha asegurado Francisco. “Dios, en quien cada Persona vive para la otra, no por sí mismo, nos provoca a vivir con los demás y para los demás”.
Por ello, ha animado a “preguntarnos si nuestra vida refleja el Dios en el que creemos: yo, que profeso la fe en Dios Padre e Hijo y Espíritu Santo, creo verdaderamente que para vivir necesito de los demás, necesito darme a los demás, necesito servir a los demás? ¿Lo afirmo en palabras o en la vida?”.
“El Dios trino y único, queridos hermanos y hermanas, debe manifestarse de esta manera“, ha aseverado el Pontífice, “más con obras que con palabras”.