La Autoridad de Supervisión e Información Financiera de la Santa Sede publica su informe sobre la prevención y la lucha contra el blanqueo de capitales
Aunque la sombra del juicio sobre la malversación de fondos de la Secretaría de Estado –incluyendo algunos procedentes de los donativos de fieles de todo el mundo– se cierne aún sobre el Vaticano, las reformas van dando fruto. Así, la Autoridad de Supervisión e Información Financiera (ASIF) ha publicado su informe sobre 2021 y su presidente, Carmelo Barbagallo, ha destacado “el desarrollo de la red de cooperación internacional y su fortalecimiento son objetivos constantes y prioritarios”.
Esta institución, que tiene como objetivo principal la supervisión, la prevención y la lucha contra el blanqueo de capitales o las inversiones en cuestiones como el terrorismo, está dando “nuevos pasos adelante”, aunque “no hay que bajar la guardia”. Barbagallo, en una entrevista a los medios vaticanos, destaca que el 2021 ha sido “un año de consolidación” tras las reformas impulsadas por Francisco, que ha organizado la ASIF y ha impulsado los “acuerdos de colaboración con otras autoridades”.
A esto se ha unido la auditoría de Moneyval, “con un resultado ampliamente positivo”, destaca Barbagallo. “Era necesario consolidar todos estos cambios y eso es lo que ocurrió en 2021 y sigue ocurriendo. Como ejemplo, la consolidación de los procedimientos de trabajo, la plena integración de los nuevos recursos, con la intención de una mayor valorización de todos los colegas, y la contribución cada vez más profesional de las oficinas”, añadió. Algo que se da también dentro de las diferentes instituciones de la propia Santa Sede ya que, añade, “en los últimos años se han intensificado las oportunidades de diálogo y trabajo conjunto”.
La ASIF también supervisa directamente el Istituto per le Opere di Religione –el conocido como IOR, el banco vaticano–. De este ente, Barbagallo rechaza los tópicos del pasado para destacar su “camino virtuoso” con una “reorganización” para que el banco sea “cada vez más eficaz, eficiente y fiable”. Algo que, añade, también pasa por la prevención y la lucha contra el blanqueo que, por ejemplo, ha detectado en 2021 104 informes de actividades sospechosas en el IOR.