Luego de la filtración del borrador de opinión de la Suprema Corte de Estados Unidos que podría revocar el fallo Roe vs. Wade, algunas iglesias y organizaciones provida que apoyan a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad han sido “atacadas y aterrorizadas casi a diario”, e incluso, “las vidas de los jueces de la Corte Suprema han sido amenazadas directamente”.
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Así lo denunciaron el cardenal de Nueva York, Timothy M. Dolan, presidente del Comité de Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), y el arzobispo de Baltimore, William Lori, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB.
Por ello, a través de un mensaje publicado en la página web de la conferencia episcopal, hicieron un llamado a la clase política a tomar una posición firme contra esta violencia, y a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley a aumentar su vigilancia para proteger a quienes corren mayor peligro.
Cadena de ataques
Dolan y Lori recordaron que la Iglesia católica tiene una larga historia de servicio a las personas más vulnerables, incluidas las madres y los niños, y sigue siendo el mayor proveedor privado de servicios sociales en los Estados Unidos.
“Desde las comunidades religiosas hasta los centros de atención de embarazos, desde los servicios de reasentamiento de refugiados hasta las agencias de adopción y hogares de acogida, y desde los hogares de maternidad hasta los ministerios parroquiales, la Iglesia constantemente da testimonio de palabra y obra de la belleza y la dignidad de cada vida humana”, señalaron.
Pese a ello –lamentaron– desde hace años las iglesias católicas han sido atacadas y destrozadas a un ritmo alarmante.
“En julio de 2020, nos esforzamos por comprender esta violencia. En octubre de 2021, hicimos un llamado a los funcionarios electos para que condenaran los ataques. En enero pasado, oramos para que todas las comunidades religiosas se encuentren libres de adorar sin miedo”, apuntaron.
Señalaron que rara vez los motivos de estos ataques han sido claros, y cuando lo han sido, a menudo tienen que ver con las enseñanzas de la Iglesia sobre la vida en el útero.
“Ante todo, cada uno de nosotros debe elegir el camino de la paz y abrir el corazón al amor que Dios tiene por sus hijos. ¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús!, toca nuestros corazones y hazlos como el tuyo”.