Manos Unidas aprobó el pasado año 474 nuevos proyectos por un valor de 33.449.399 millones de euros que, junto a los iniciados en años anteriores, superaron los 721 proyectos en marcha en 51 países de África, Asia y América.
Estas iniciativas apoyaron directamente a 1.524.954 personas en la mejora de sus condiciones de vida, según se expone en la Memoria 2021 de la ONGD de la Iglesia en España, presentada hoy en Madrid.
Del total de proyectos, 110 fueron dedicados a alimentación y medios de vida, 108 a educación, 94 a salud, 70 a derechos de las mujeres y equidad, 56 a derechos humanos y sociedad civil, 24 a agua y saneamiento y 12 a medio ambiente y cambio climático. De todos ellos, el 38% tuvieron lugar en África, 32% en América y 30% en Asia.
“En 2021 nos volcamos en la lucha contra la pobreza y las injusticias agravadas por la pandemia. Gracias a la solidaridad de todas las personas y entidades públicas y privadas que colaboran con Manos Unidas, llegamos a más de un millón y medio de personas –el 58 % de ellas, mujeres– para que hicieran frente a las dificultades con mayor esperanza y mejores condiciones de vida”, han explicado.
Todo este trabajo por los últimos fue posible gracias a que en 2021 Manos Unidas recaudó más de 50.823.998 millones de euros de fondos -casi 9 millones más que el año anterior (+20,6%)-, que provinieron en un 86,3% de fuentes privadas, principalmente de aportaciones de los 76.928 socios y colaboradores de la ONG y de colectas realizadas en parroquias y entidades religiosas.
Clara Pardo, presidenta de la institución, agradeció “la implicación y el compromiso” de los 6.156 voluntarios y 145 personas contratadas que “se empeñaron en sacar adelante nuestro trabajo, conscientes de que la dura realidad de la pandemia también significaba, para millones de personas más allá de nuestras fronteras, una grave amenaza que se sumaba al hambre y la pobreza”.
“La pandemia relegó a los pobres al olvido haciendo mayor la brecha entre ricos y pobres. Quizá el coronavirus no ha hecho estragos sanitariamente en los países que atendemos, pero si económica y socialmente”, ha advertido Pardo. Así, ha recalcado que “2021 ha sido el año más difícil de nuestra historia”.
En su última intervención como presidenta, pues Cecilia Pilar Gracia le ha tomado ya el relevo a falta de que la Conferencia Episcopal Española ratifique este mismo mes en la Asamblea Permanente el nombramiento, ha querido dar gracias por “estos seis años de servicio a los más desfavorecidos que han redoblado mi fe en que un mundo mejor es posible”.
Por su parte, Mabel Ibáñez, coordinadora de proyectos de Manos Unidas en África, ha denunciado que “durante 2021, en los tres continentes en los que trabajamos, las personas más ricas han acumulado más riqueza y, los más pobres son ahora aún más pobres”. En este sentido, “una de las consecuencias es el aumento de los índices de malnutrición y desnutrición”, ha aseverado.