Este jueves ha fallecido, a la edad de 93 años, uno de los responsables de iniciar el proyecto PPC-Vida Nueva, el arzobispo emérito de Badajoz, Antonio Montero. A las 17:30 horas de esta misma tarde se ha convocado una reunión de urgencia en el Arzobispado de Mérida-Badajoz para tratar aspectos relacionados con su funeral.
Cursó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de su Archidiócesis, licenciándose en Teología en la Facultad jesuítica de la capital granadina. Obtuvo también la licenciatura en Historia de la Iglesia por la Universidad Gregoriana de Roma, y el Doctorado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Se graduó posteriormente en Periodismo por la Escuela Oficial de Madrid.
Recibió el Orden sacerdotal el 19 de mayo de 1951, en la Basílica de San Juan de Letrán de Roma, y realizó su primera labor sacerdotal, durante dos años escasos, como coadjutor de la parroquia granadina de San Agustín, capellán del Hospital Clínico de la Facultad de Medicina y profesor de Religión en el Colegio de Cristo Rey.
Durante sus años romanos formó parte activa del grupo literario de jóvenes sacerdotes creadores de la revista poética Estría, donde publicó composiciones líricas junto a José Luis Martín Descalzo, José María Cabodevilla y José María Javierre, luego afamados escritores.
En 1953 el cardenal Pla y Daniel le nombra subdirector de la revista Ecclesia y director en 1958, cargo en el que permanece hasta 1967, y del que quedan huellas de su función directiva en más de setecientos artículos editoriales, que marcaron la línea de este semanario oficioso de la Iglesia en España, en los años precedentes, concomitantes y posteriores al Concilio Vaticano II.
Desde 1955 a 1969 simultaneó esta responsabilidad, junto a un grupo de prestigiosos sacerdotes y laicos, con la creación y dirección de una de sus obras más importantes, la institución editorial PPC (Promoción Popular Cristiana), cuyo Consejo editorial ha presidido hasta hace poco. Desde 1954 a 1960 fue profesor de Historia eclesiástica y de Patrología del Seminario Hispanoamericano (OCHSA) de Madrid.
El día 3 de mayo de 1980 fue nombrado Obispo de Badajoz, haciendo su entrada en la diócesis el 24 del mismo mes.
Ya en julio de 1994, Juan Pablo II, por medio de la Bula ‘Universae Ecclesiae sustinentes’ crea la nueva Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, que comprende a las tres diócesis extremeñas, y nombra primer Arzobispo de la nueva Sede Metropolitana a Monseñor Antonio Montero Moreno, que toma posesión de la Archidiócesis en el acto de ejecución de la referida Bula, en Mérida, el día 12 de octubre de 1994.
Desde entonces su labor más destacada es la coordinación de la Iglesia en Extremadura en todos los ámbitos de la vida pastoral y el impulso de las relaciones institucionales con las autoridades autónomas en diversos campos de colaboración. Además, puso en marcha la doble capitalidad, dándole categoría de concatedral a la parroquia de Santa María, en Mérida, y la creación de una sección del Cabildo en la Concatedral emeritense.
Fue sustituido por Santiago García Aracil, que el día 9 de julio de 2004, fue nombrado por Juan Pablo II para ocupar la Sede metropolitana de Mérida-Badajoz. Desde su paso a emérito residía con su familia en Sevilla.