Semanas atrás, siguiendo la propuesta de la Comisión Europea, la Unión Europea estuvo a punto de sancionar a Kirill, patriarca ortodoxo de Moscú, por su apoyo a Putin en la invasión a Ucrania. Entonces, a última hora, el apoyo al clérigo por parte del Gobierno de Hungría, presidido por Viktor Orbán, impidió una sanción de Bruselas. Pero hoy no ha escapado de sufrir represalias políticas por “bendecir” la invasión rusa.
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Así, como ha anunciado este jueves 16 de junio el Foreign Office, Reino Unido ha decidido sancionar a Kirill “por su importante apoyo a la agresión militar de Moscú contra Ucrania”. En la práctica, la medida del Ministerio de Asuntos Exteriores le supone al patriarca moscovita la prohibición de pisar suelo británico y la congelación de los activos económicos que pueda tener en el país.
Duras consecuencias
A expensas de conocer más detalles y saber si más países europeos podrían sumarse a la condena del líder religioso más allá del ámbito comunitario, el daño en el patrimonio económico de Kirill (según varios expertos, su fortuna personal estaría entre los 4.000 y los 8.000 millones de dólares) sería notable.
Desde que Rusia invadiera Ucrania el pasado 24 de febrero, las muestras de apoyo de Kirill a Putin han sido numerosas, siendo su gran benefactor espiritual. Igualmente, el Kremlin ha protegido la figura del patriarca hasta en detalles tan concretos como modificar una foto suya para borrar un reloj de alta gama y, de este modo, evitarle posibles ataques sobre su ostentación.