Lucas Van Looy, arzobispo emérito de Gante, formaba parte de los 21 nuevos purpurados que el Papa nombró a finales de mayo
El pasado mes de mayo, el obispo emérito de Gante, Luc Van Looy, fue nombrado por el papa Francisco como cardenal. Sin embargo, el prelado ha decidido rechazar el nombramiento, tal como recoge La Libre.
En un comunicado de prensa, la Conferencia Episcopal belga ha explicado que, si bien el nombramiento de Van Looy “suscitó muchas reacciones positivas pero también críticas por el hecho de que no siempre habría reaccionado con suficiente energía como obispo de Gante (2004-2020) contra los abusos en la relación pastoral”.
“Con el fin de evitar que las víctimas de tales abusos vuelvan a ser heridas después de su cardenalato, monseñor Van Looy ha pedido al Papa que lo exima de aceptar este nombramiento, y el papa Francisco ha aceptado su solicitud”, explican los obispos.
“El cardenal De Kesel y los obispos de Bélgica aprecian la decisión de monseñor Van Looy”, continuan. Asimismo, en el texto reiteran su compromiso de continuar imperturbable su lucha contra toda forma de abuso en la Iglesia católica, “en la que siempre figura en primer lugar el interés de las víctimas y sus familiares”.