El arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, ha enviado hoy un mensaje a la diócesis con motivo del fallecimiento ayer, 16 de junio, de Antonio Montero, arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, quien había “servido como fiel cristiano, sacerdote y obispo” a esta Iglesia particular.
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“Don Antonio ha dejado una huella profunda en esta Iglesia, como estamos viendo en estos momentos aquí en Badajoz y en toda la diócesis”, señala Morga. “No soy el más indicado para enumerar tantos trabajos que don Antonio ha llevado a cabo durante este episcopado”, apunta, “pero he oído hablar y he visto su huella, lo que ha dejado en esta Archidiócesis”.
En este sentido, el arzobispo ha destacado dos de las iniciativas de Montero “por la importancia que estas tienen”. “La primera es la creación de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz”, señala, ya que “ha sido una iniciativa realmente grande que ha permitido que toda la Iglesia que camina en Extremadura lo haga más unida a partir de esta provincia eclesiástica“.
Una persona sencilla
Por otro lado, Morga ha destacado la convocatoria del Sínodo pacense, que tuvo lugar en 1992 y el cual “aun sigue vivo y del que salieron iniciativas como Iglesia en camino”. Además, recuerda que Montero “impulsó el nacimiento y desarrollo de obras sociales como el Proyecto Vida, para personas dependientes de la droga, y dos centros de acogida”.
Pero lo que más llamó la atención del arzobispo fue, en el momento de conocerle, vio a “una persona sencilla y alegre. Esto fue lo que me impresionó de don Antonio. Tuve esa impresión de persona sencilla, alegre, a pesar de que cuando le conocí estaba bastante limitado para caminar. Pero con esa alegría de un hombre de fe“.
Antonio Montero, que también fue el impulsor de la editorial PPC y fundador de la revista Vida Nueva, fallecía ayer jueves. El funeral tendrá lugar mañana, 18 de junio, a las 12:00 horas en la catedral de Mérida.