España

El arzobispo Luis Argüello deja la Secretaría General de la Conferencia Episcopal





Tras ser nombrado arzobispo de Valladolid, Luis Argüello ha anunciado que dejará de ser secretario general de la Conferencia Episcopal Española. Así lo ha manifestado en la rueda de prensa celebrada en la sede del Arzobispado a mediodía tras conocerse la decisión del Papa Francisco de confirmarle como el sucesor del cardenal Ricardo Blázquez.



“Mi compromiso con los obispos de España es de cinco años, pero la dedicación a la archidiócesis requiere que sea exclusiva y no veo que sea compatible con las labores del secretario general”, expuso ante los presentes, subrayando que a partir del 30 de julio, día de su toma de posesión, reducirá su presencia en Madrid hasta que en noviembre tenga lugar la Asamblea Plenaria que elija a su sucesor.

El reto de evangelizar

“El gran desafío para Castilla y León y para toda España es la transmisión de la fe”, expuso Argüello, que en su primera alocución tuvo palabras para todos los sacerdotes, religiosos y laicos de la archidiócesis. También se detuvo en los pros y contras de ser arzobispo en la tierra de la que ha sido obispo auxiliar, para subrayar que busca ser “un pastor según el corazón de Cristo” para hacer realidad “novedad apostólica que necesitamos”.

El arzobispo electo se dirigió a las autoridades públicas presentando a la Iglesia como un  “instrumento de fraternidad y amistad civil”. A la par, mostró su “cercanía a cuantas personas viven en una especial situación de soledad, sufrimiento y pobreza”.

Compañeros y amigos

“¡Enhorabuena querido señor obispo y amigo Luis!”, felicitaba una más que sonriente Ricardo Blázquez, que ha tenido una palabra clave para que tanto la propuesta del nuncio como la firma del Papa ratificara a Argüello como arzobispo. “Puede contar conmigo como colaborador, aunque sea desde Ávila”, confesó el cardenal sobre la vuelta a su lugar de origen, que además se manifestó en sus primeros segundos como emérito como un hombre “contento y realizado en la diócesis cumpliendo en la misión que se me encomendó”.

“Ya tengo las maletas hechas”, bromeó sobre un traslado que ya viene realizando desde hace semanas a la residencia de sacerdotes abulense: “No quiero vivir solo, sino con otros”. Argüello recibió estas palabras con agradecimiento al que ha sido como “hermano, amigo, padre y pastor”.

Al comienzo de la comparecencia, Blázquez solicitó un minuto de silencio y oración por la muerte de los arzobispos eméritos de Oviedo y Badajoz, Gabino Díaz Merchán y Antonio Montero. “Con ellos desaparece una generación de obispos a los que les debemos mucho desde la Iglesia en España”, subrayó.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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