El Secretariado Episcopal de América Central (Sedac), que agrupa a los obispos de América Central y es presidido por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, hizo un llamado a las autoridades civiles y militares de Nicaragua, a fin de encontrar caminos de diálogo que posibiliten la convivencia armónica entre los ciudadanos y las instituciones, entre ellas la Iglesia.
- PODCAST: Puertas cerradas para las víctimas de abusos
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A través de un comunicado, los obispos recordaron que a lo largo de cinco siglos la Iglesia católica ha velado con amor por el pueblo nicaragüense, y “la sangre de monseñor Antonio de Valdivieso -derramada en 1550 en defensa de los derechos de las víctimas del sistema del gobierno colonial- es testimonio de ello”.
En el marco de la solemnidad del Corpus Christi, celebrada este 16 de junio, el Sedac se solidarizó con los obispos, sacerdotes, comunidades religiosas y laicos de Nicaragua, “que afanosamente trabajan por la Viña del Señor, a pesar de las dificultades y pruebas que encuentran en su camino”.
Apoyo a ministros perseguidos
De manera particular, los obispos centroamericanos mostraron su apoyo al obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, Rolando Álvarez, así como al ex párroco de San Juan Bautista de la Ciudad de Masaya, Harving Padilla, quienes “sufren la vulneración de su derecho a la seguridad y libertad plena”.
Tanto el obispo Álvarez como el sacerdote Padilla han denunciado que sufren de persecución política por parte del presidente Daniel Ortega a causa de sus duras críticas hacia el régimen. A Padilla, de manera particular, se le responsabiliza de la muerte de un policía en 2018, durante las protestas sociales en ese país.
Urge unidad nacional
Los obispos lamentaron la situación social, económica y política por la que atraviesa el pueblo nicaragüense, “provocándole dolor y sufrimiento”, por lo que dijeron estar unidos en oración con esa Iglesia, “pidiendo a Dios por la comprensión, la tolerancia, el diálogo, la unidad y la paz”.
E hicieron suya la oración del papa Francisco pronunciada 8 de junio de 2014: “Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Dispón los oídos de los líderes de la nación para escuchar el clamor de sus ciudadanos que piden transformar las armas en instrumentos de paz, los temores en confianza y las tensiones en perdón. Mantén encendida en todos la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz”.
Añadieron: “Conociendo la fe, amor y devoción de nuestros pueblos y, siendo el nicaragüense uno de ellos, pedimos a Nuestro Señor Jesús, que por su Cuerpo y Sangre se logre la unidad nacional tan anhelada y necesaria en Nicaragua”.