La imagen acompañó a los soldados argentinos en el conflicto bélico de 1982
El obispo castrense Santiago Olivera y una delegación de la diócesis llegaron al Senado de la Nación con la imagen de la Virgen de Luján que acompañó a las tropas argentinas durante el conflicto bélico en las Islas Malvinas, en el año 1982.
La imagen, ingresada por el obispo Olivera y escoltada por los Granaderos del Regimiento General Don José de San Martín, fue recibida en la explanada central por trabajadores veteranos de Malvinas, quienes la llevaron hasta el pedestal del salón de las Provincias, donde recibió una ofrenda floral.
Esta visita responde a la iniciativa José Mayans y de Carmen Álvarez Rivero, ambos senadores de los bloques oficialista y opositor, respectivamente. Además de la comitiva del obispado castrense, participaron del acto autoridades y trabajadores de las Cámara de Senadores y de Diputados de la Nación, como también miembros de la Comisión Combatientes de Malvinas de la Asociación del Personal Legislativo (APL). Además, estuvieron presentes autoridades y miembros de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad, de los ámbitos nacionales, provinciales y municipales.
En las palabras de bienvenida, la senadora rescató que “por encima de todos los problemas que tenemos en la Argentina, a Malvinas como punto de encuentro entre los argentinos. La causa Malvinas es un signo de unidad entre los argentinos, y creo profundamente que la Peregrina de la paz se va a encargar de trabajar por la unidad de los argentinos”.
La senadora le pidió a Olivera que la Virgen visite al Senado, y que la lleve por toda la Argentina, cosa que se está haciendo actualmente.
El obispo castrense recordó la trayectoria de esta imagen: por pedido del capellán de las fuerzas armadas británicas había sido trasladada a la catedral de Inglaterra para rezar los fallecidos de ambos países. Un grupo de laicos argentinos tomó conocimiento de este destino y consideró oportuno que la Virgen volviera a casa. Desde la Conferencia Episcopal Argentina, le fue confiada esta tarea, y con el tiempo se concretó este retorno.
En octubre de 2019, el papa Francisco recibió la imagen Malvinera de manos del obispo castrense de Reino Unido, Paul James Mason, quien recibió como obsequio una réplica de la Virgen de Luján. Juntos, rezaron frente a una lápida del soldado sólo conocido por Dios.
Olivera destacó que la Virgen “es estrella de la Evangelización, abre puertas”, y agregó que María nos primerea, se adelanta, y nos llama a la unidad. Así como la Virgen quiso quedarse a orillas del Río Luján, también quiso estar con los hijos que estaban combatiendo en circunstancias difíciles y adversas.
Finalmente, el obispo expresó su deseo: “Tenemos la gracia de que esta imagen nos evoque la cercanía de la Virgen, el amor de María, y que nos invite a cumplir la voluntad del Padre, a hacer lo que Jesús nos dice. Que no sea solamente una memoria del pasado sino una memoria actualizada de lo que María puede seguir haciendo por nosotros“.