El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, pidió a los papás pedir la intercesión de san José para llevar a cabo la misión que han recibido
Al celebrarse este 19 de junio el Día del Padre en México, el arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera, destacó la importancia de los papás, tanto para los hijos como para la familia.
Aseguró que, desde siempre, la presencia del papá ha sido de suma importancia pues “brinda seguridad, confianza, educación, salud física y emocional, así como estímulos que motivan a los hijos a no quedarse sentados contemplando cómo otros suben a la cima”.
El padre de familia “aporta elementos que ayudan a saber que, por más pruebas o dificultades que se presenten, siempre habrá un camino que nos llevará a la solución y realización de nuestros proyectos en la vida”, dijo.
En este sentido, hizo un llamado a los hijos e hijas a no ver a los papás sólo como simples proveedores materiales que ayudan el poder sobrellevar el día a día. “Los papás -dijo– son auténticos compañeros de vida, forjadores de estímulos y esperanzas que nos ayudan a desarrollarnos de forma plena”.
Cabrera López se sumó a la petición del papa Francisco y llamó a los papás a tener como intercesor y ejemplo de vida a san José, el esposo de la Virgen María, “quien cumplió cabalmente con su misión de padre, al asumir su compromiso de acompañar a Jesús y a la Virgen María, brindándoles todo aquello que necesitaban”.
Recordó que al concluir el Año de san José, en diciembre del 2021, el Papa lamentó que muchas personas sufran por diferentes circunstancias: falta de trabajo, consecuencias de la pandemia, desesperación, entre muchas cosas más, por lo que invitó recurrir a la animación, ayuda e inspiración de san José, “quien con su testimonio luminoso en tiempos oscuros, nos presenta las pautas a seguir para afrontar cualquier necesidad en la vida”.
“Con su compañía (san José) nos ha mostrado el camino que debemos de seguir para desarrollar nuestros talentos y aprovechar al máximo nuestro paso por este mundo”, dijo Cabrera.
El arzobispo de Monterrey destacó también que al hablar de la paternidad humana, debemos hacerlo pensando en el magnífico regalo que hemos recibido de “nuestro Creador, quien por amor nos ha dado la vida y ha querido hacer que nuestros papás sean partícipes en la creación de nuevos seres humanos“.
No obstante, lamentó que en algunas familias la presencia del papá sea nula o esté alejada, por lo que -dijo- en esos casos “tenemos la opción de recurrir a la experiencia y sabiduría de nuestro abuelo, quien también puede acompañarnos dando claridad a los momentos en los que la oscuridad parece imponerse”.
Rogelio Cabrera motivó a quienes “tienen la dicha” de contar con la presencia de sus papás, para que aprovechen cada momento de convivencia, escuchando los consejos que les comparten, aceptando con humildad las llamadas de atención que se reciben, tomándolas como muestras de interés por hacer de ellos mejores personas”.
Para quienes sus papás han concluido su misión en este mundo, añadió Cabrera: “tengan la confianza de contar con su intercesión desde el cielo, ya que nuestra fe nos mueve a creer en la comunión que tenemos con quienes gozan ya de la presencia eterna del Creador”.
Y para los hijos e hijas en los que hay ausencia de la figura paterna, les pidió no sentirse abandonados: “Dios nunca deja a ninguno de sus hijos, estoy seguro que Él mismo pondrá junto a ustedes a quien podrá desempeñar un papel importante en su vida y les acompañará en la realización de todos sus sueños y proyectos“.