Con motivo del Día Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, la USCCB publicará la sexta edición del Programa de Formación Sacerdotal
El próximo viernes 24 de junio, la Iglesia Católica celebrará el Día Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, establecida por san Juan Pablo II en 2002.
Esta celebración –que se lleva a cabo cada año en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús– busca animar a los sacerdotes a reflexionar sobre el don de su vocación, mientras que los fieles participan con su oración por todos los sacerdotes para que estos puedan tener vidas de santidad y fidelidad a Cristo y su Iglesia.
De cara a esta celebración, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) explicó que los sacerdotes no quedaron exentos de los efectos de la pandemia, por lo que pidió aprovechar esta jornada para orar por ellos, principalmente por quienes se acercaron creativamente para cuidar a de su pueblo durante aquellos momentos difíciles.
Con motivo del Día Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, el obispo de Metuchen, James Checchio, en su calidad de presidente del Comité sobre el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones de la USCCB, señaló que el corazón de Jesús da una oportunidad especial para continuar las oraciones por los sacerdotes.
Recordó que mayo y junio son meses en los que tradicionalmente se celebran ordenaciones sacerdotales. “Con muchos sacerdotes celebrando aniversarios, este día anual de oración es significativo”.
Pero además, este año también marca la promulgación oficial de la sexta edición del Programa de Formación Sacerdotal en los Estados Unidos de América.
Checchio agradeció a todos aquellos que colaboraron en la redacción y revisión del documento, cuya nueva edición guiará los programas de formación de seminarios religiosos y diocesanos en los años venideros.
Adelantó que se está desarrollando actualmente la segunda edición del Plan Básico para la Formación Continua de los Sacerdotes a fin de proporcionar a los sacerdotes una rica visión espiritual y práctica para beneficiarlos a ellos y a su ministerio sagrado, y ayudarlos en la renovación continua de su compromiso con la formación permanente como se prevé.
James Checchio refirió que el papa Francisco ha enfatizado la importancia de la formación inicial y permanente en la vida del sacerdote:
Citó: “Precisamente por eso (la formación permanente) no puede ser una tarea limitada porque los sacerdotes nunca dejan de ser discípulos de Jesús, que lo siguen. A veces avanzamos con celeridad, otras veces nuestro paso es vacilante, nos detenemos y hasta podemos caer, pero siempre permaneciendo en el camino.
Por tanto –continuó– la formación entendida como discipulado acompaña al ministro ordenado durante toda su vida y considera a su persona en su totalidad, intelectual, humana y espiritualmente.
“La formación inicial y permanente son distintas porque cada una requiere métodos y tiempos diferentes, pero son dos mitades de una misma realidad, la vida de un clérigo discípulo, enamorado de su Señor y en su seguimiento constante”.
Los recursos para apoyar la vida y el ministerio de los sacerdotes están disponibles en el sitio web de la USCCB.