El provincial de la Compañía de Jesús en México agradece la vida de sus hermanos Javier y Joaquín

En entrevista para Vida Nueva, el padre Luis Gerardo Moro urge a que Iglesia, autoridades y sociedad civil trabajen juntos para acabar con la situación de inseguridad en el país

provincial de la Compañía de Jesús en México en las exequias de los padres jesuitas asesinados

“Urge que nos sentemos ya, autoridades y sociedad civil, para que trabajemos juntos” por la seguridad y la paz en México, “porque no debemos seguir igual”. Son las palabras del padre Luis Gerardo Moro SJ, provincial de la Compañía de Jesús en México, en exclusiva para Vida Nueva, mientras se quita la casulla en la sacristía del templo del Sagrado Corazón de Jesús en Chihuahua, al término de la Misa de exequias de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, asesinados por el crimen organizado el pasado 20 de junio en el templo de Cerocahui.



Han sido días difíciles para los jesuitas y concretamente para el padre provincial. Recibió por la tarde del lunes 20 la noticia de la muerte de los dos sacerdotes y le confirmaron al día siguiente la muerte de Pedro Eliodoro Palma, el guía de turistas que llegó mal herido al templo de Cerocahui para ser atendido por los jesuitas mientras las balas asesinas caían sobre sus cuerpos.

“El miércoles 22, en la madrugada, me tocó junto con el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, ir a reconocer los cuerpos de mis hermanos jesuitas; entre el dolor, el desconcierto y la rabia ante tal evento, también noté que aparecía un sentimiento de profundo agradecimiento por la vida de mis hermanos, y pude constatar el regalo que Dios les tenía reservado a Javier y a Joaquín, a quienes meses atrás había ido a visitar a Cerocahui”.

Los cuerpos habían sido rescatados 72 horas después del crimen. Los habían llevado a Ciudad Cuauhtémoc, a más de 7 horas de Cerocahui. Allí había ido el provincial a reconocer los cuerpos. Ya no regresó a la Ciudad de México.

Un diálogo para alcanzar la reconciliación y la paz

El jueves estuvo en Cerocahui. En la Misa de este sábado en Chihuahua, el padre Moro había informado que se había entrevistado con la comunidad, con los jesuitas que habían resultado salvos del evento lamentable y con las religiosas “quienes meses atrás sí habían sido amenazadas“.

Informó que ya ha tenido comunicación con la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, aunque reconoció que no ha tenido ninguna reunión presencial. “Con el gobierno federal he tenido comunicación con el secretario de Gobernación”, manifestó.

“Es necesario que tomemos muy en cuenta el llamamiento que han hecho los obispos mexicanos para llevar a cabo un diálogo nacional para alcanzar la reconciliación y la paz en nuestro país”, dijo mientras recordaba “que a principios de año la Conferencia del Episcopado Mexicano publicó el documento en que enlista las tareas a realizar para este diálogo. Nosotros, como Compañía de Jesús, tenemos el firme compromiso de adherirnos a este diálogo”.

Desde el punto de vista del Provincial, “este evento nos debe hacer caer en la cuenta que tenemos una responsabilidad como sociedad civil, como Iglesia, y también que las autoridades tienen una responsabilidad del cuidado del bienestar y del bien ser del pueblo de México“. En este sentido, declaró que “urge que estemos juntos, urge que nos sentemos ya, autoridades y sociedad civil, para que trabajemos juntos, y que reconozcamos que no debemos seguir igual”.

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