Cono Sur

El mensaje final de la Semana Social en Argentina

Los obispos pidieron terminar con la brecha social y reconstruir la confianza y el sentido de pertenencia en el país





Durante el fin de semana, y bajo el lema ‘Integración y trabajo para una patria de hermanos‘, la Iglesia argentina convocó a la tradicional Semana Social, que después de dos años volvió a reunirse presencialmente en Mar del Plata.



Los miembros de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, presidida por Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora, participaron de las jornadas, junto a distintos funcionarios, dirigentes y referentes del ámbito social.

Las temáticas analizadas a través de mesas, paneles y charlas fueron: creación del trabajo, el desarrollo humano integral, la redistribución de ingresos, el sostenimiento del poder adquisitivo y el compromiso de los actores del sector laboral para achicar la brecha social.

La creación de trabajo

En la declaración final, los obispos advierten: “encontramos frente al enorme desafío de aumentar la creación de trabajo con un salario digno que sostenga su poder adquisitivo, reiterando que los planes sociales son necesarios en la coyuntura, hasta la consolidación de modelos de economía popular sustentables, pero que es imprescindible un verdadero plan de desarrollo humano integral que incluya un proyecto de repoblación de nuestro país para encausar la angustiante necesidad de tierra, techo y trabajo que tiene gran parte de nuestro pueblo”.

La Comisión del Episcopado argentino destacó que, en varias intervenciones, se habló del trabajo digno como el ordenador de la vida humana y la felicidad. El acceso a este no se debe a un problema individual, sino a “la consecuencia de un modelo que debe anteponer la producción a la especulación, la distribución a la concentración y el acaparamiento, el bien común a la rentabilidad sectorial”.

Asimismo, resaltaron las coincidencias que surgieron al escuchar a empresarios e industriales de todas las escalas: “no se puede generar empleo de buena calidad sin una presencia activa del Estado en apoyo a las empresas, en particular a las pymes, sobre la necesidad de construir consensos con articulación público/privado que genere estabilidad en las reglas”.

En el mensaje, también valoraron la oportunidad en nuestro país de áreas como: alimentación, minería, energía, tecnología, y turismo.

Otros desafíos

Los obispos de pastoral social manifestaron la necesidad de reconstruir la confianza y el sentido de pertenencia en el país. Creen que hay que generar un acuerdo político, social y empresarial, centrarse en las búsquedas y necesidades de la gente, profundizar políticas de distribución de ingreso para cerrar la brecha social y superar la violencia ligada a la lucha por espacios de poder.

Asimismo, mostraron preocupación ante los datos sobre la desigualdad económica y la concentración excesiva de la riqueza que desalientan el empleo nacional, estimulan el ahorro fuera del país, el consumo externo y la fuga de divisas. Más allá de algunos signos de crecimiento en la actividad económica, los prelados reconocieron un número inaceptable de hermanos en situación de pobreza.

Para la comisión es necesario defender el sistema democrático, y se requiere para la administración de la vida en sociedad la tarea de otros poderes como el judicial o el económico. “Es tarea de todos cuidar la voluntad soberana del pueblo”, alertaron.

Tarea de todos

Los responsables de la pastoral social expresaron que están convencidos de que la Patria es tarea de todos. “En especial en este tiempo en nuestro país y en la región en que asistimos a una instigación permanente al odio y al desencuentro, que nos impide reconocernos como hermanos y dar pasos trascendentes en términos de unidad”, aseveraron los obispos.

Desde su opinión, se necesitan políticas públicas que salgan del cortoplacismo, y “más responsabilidad y espíritu crítico ante el poderío mediático que, respondiendo a intereses económicos sectoriales, reduce la política al espectáculo o a la imagen privilegiando el rating, la descalificación, negando la discusión inteligente de las ideas y el discernimiento de la realidad”.

Como obispos a los que se les confió la tarea de iluminar la pastoral social creen que es necesario seguir esforzándose para construir acuerdos que permitan garantizar el trabajo digno y la integración para todos los habitantes de nuestro país.

Finalmente, en nombre de la fraternidad humana que abraza, une y hace iguales a todos los hombres, confiaron en María de Luján y pidieron al Señor sabiduría para el diálogo y alegría de la esperanza que no defrauda.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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