El Obispado deberá pagar 1,8 millones de euros a los bancos en 2022
Ni 20 millones, ni 24 (como se avanzó en un primer momento). La deuda total de la diócesis de Almería asciende a 28,6 millones de euros, según las principales conclusiones del diagnóstico financiero realizado por Deloitte a petición de la Conferencia Episcopal Española centrado en el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2021.
Pese a que la voluntad del actual obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero –quien sucedió a Adolfo González Montes tras 19 años pastoreando la Diócesis–, era publicar esta auditoría para que estuviera disponible para su consulta, la realidad es que el contrato firmado con la consultora en su momento limita la publicación completa del informe.
En concreto, la Diócesis cuenta a 31 de diciembre de 2021 con una caja de 0,9 millones de euros y una deuda de 28,6 millones: 23,9 millones se corresponde con deuda directa (18 millones) e indirecta (5,9 millones) con entidades financieras y el resto (4,7 millones de euros) con otros pasivos financieros.
“Dicha deuda indirecta con entidades financieras corresponde a deuda de diversas parroquias garantizada por el Obispado que, en su mayoría, ya está siendo asumida por el mismo”, señala el Obispado en un comunicado.
En relación con este último aspecto, la amortización de deuda con las entidades financieras señala que en el ejercicio 2022 se debe hacer frente a un importe de 0,9 millones de euros solo de amortización de capital de la deuda directa. A esta cantidad hay que añadirle el pago de la deuda indirecta y los intereses financieros de estos préstamos, ascendiendo el importe a 1,8 millones de euros.
En lo que respecta al origen de la deuda registrada a diciembre de 2021, esta ha sido generada, principalmente, debido a las inversiones llevadas a cabo en los activos del Obispado (12,6 millones de euros), al apoyo de parroquias con necesidades de caja (4,7 millones de euros) y a cubrir las necesidades operativas de caja por incrementos de determinados gastos corrientes como los de reparaciones y mantenimiento y los gastos por retribución al personal seglar, que han ascendido en el período analizado a 6,3 y 11,1 millones de euros, respectivamente.
Debido a la situación, “se propone un plan de acción para solventar esta situación financiera y poder hacer frente a las amortizaciones de deuda en el corto plazo con entidades financieras, en el que se recomienda llevar a cabo un plan de reestructuración de deuda, incluyendo un plan de desinversión de activos no estratégicos o rentabilizarlos vía alquiler, realizar una reestructuración del gasto actual del Obispado, mediante un control exhaustivo del mismo, y una revitalización de los ingresos actuales de la organización”, subraya el mismo comunicado.
Gómez Cantero ya constituyó, mediante decreto, la Comisión de asesoramiento técnico del Plan de viabilidad económica de la diócesis de Almería. Aunque fechado el pasado 22 de junio, el Obispado hizo público el 24 de junio el decreto que delimita las funciones de la Comisión y nombra a sus miembros, todos ellos profesionales laicos ajenos a la Diócesis, pues provienen de Madrid, Barcelona y Córdoba.
“Una vez conocida la situación actual de la economía de la diócesis de Almería mediante la auditoría realizada, es necesario dar los primeros pasos para afrontarla contando, en primer lugar, con un equipo de técnicos y expertos que asesoren en esta tarea”, subrayaba el decreto. Esta Comisión se constituye por un periodo de dos años y estará compuesta por Xavier Pomés Abella (asesor, Barcelona), David Martín Casero (Conferencia Episcopal Española, Madrid) y Antonio Gil Márquez (empresario, Córdoba).