Madrid abre la causa de canonización de Carmen Hernández, iniciadora del Camino Neocatecumenal

Carmen Hernández, Camino Neocatecumenal

El papa Francisco ha recibido hoy en el Vaticano a las 430 familias del Camino Neocatecumenal enviadas en misión. Al inicio de la audiencia, Kiko Argüello ha tomado la palabra para anunciar que la Archidiócesis de Madrid ha abierto de manera oficial la causa de beatificación y canonización de Carmen Hernández, iniciadora junto a Argüello del Camino Neocatecumenal.



Hernández fallecía en 2016 a los 85 años de edad. Coincidiendo con el quinto aniversario de su muerte, en julio de 2021, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, anunciaba en la catedral de la Almudena que se estaban dando los primeros pasos en los trámites para la causa de beatificación, para los cuales habían recogido más de 16.000 páginas de testimonios sobre su vida, que ya estaban siendo estudiados. Ahora, la archidiócesis da comienzo a la fase diocesana.

En estos meses, tal como ha explicado la Archidiócesis, se han distribuido estampas para pedir favores y gracias por su intercesión y se ha recibido del Dicasterio de las Causas de los Santos de Roma la comunicación de que no existen obstáculos serios para la apertura de la causa. Ahora, el Camino Neocatecumenal se encuentra a la espera de la comunicación de la fecha y el lugar en que tendrá lugar la celebración de apertura del proceso.

De Israel a Palomeras Altas

Carmen Hernández pasó, entre 1963 y 1964, un año viajando por Israel. “Fue un viaje inolvidable para ella en el que las Escrituras se le abrieron de forma impresionante. La visita de Pablo VI a Nazaret en 1964, en la que pudo estar presente, le ayudó a comprender las claves fundamentales del Concilio, viendo en la vuelta a los orígenes cristianos y a las raíces judías los pilares más importantes para la renovación de la Iglesia”, explicaba Kiko Argüello al ser nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Francisco de Vitoria.

En el mismo acto, Argüello recordaba su amistad con Carmen Hernández, y señaló que se volvieron a encontrar a la vuelta de esta peregrinación. “Me había ido a vivir a una chabola con los pobres de Palomeras Altas (Madrid). Allí Carmen conoció la comunidad de los hermanos que se reunían en mi barraca y quedó impresionadísima de la respuesta que daban a la Palabra de Dios. Decidió quedarse a vivir con nosotros y le construimos una chabola cerca de donde yo estaba. A petición de los mismos pobres empezamos a anunciarles el Evangelio”, rememoró.

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