La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha solicitado formalmente al Vaticano que haga públicos todos sus archivos en lo referente al franquismo.
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Al igual que ha ocurrido estos días con la digitalización de 40.000 volúmenes de documentos relativos a la posición de Pío XII en su relación con la Alemania nazi y el Holocausto judío, la ARMH ha remitido la solicitud a la Nunciatura Apostólica en España y al Archivo Histórico del Vaticano.
De 1936 a 1975
Concretamente, como se explica en un comunicado, se pide que “se hagan públicos los documentos” que la Santa Sede “custodia relativos al golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y hasta la muerte del dictador Francisco Franco en noviembre de 1975”.
Y es que la entidad “ha conocido la noticia de que el Archivo Histórico Vaticano ha puesto a disposición de investigadores en su página web la serie ‘Judíos’ del Fondo de la Congregación de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, con documentación fechada entre los años 1939 y 1948. Se trata de documentación relacionada fundamentalmente con los judíos perseguidos por el nazismo en la Segunda Guerra Mundial y la posguerra”.
Ejercicio de transparencia
Por lo mismo, los responsables del colectivo español, que lleva más de dos décadas de trabajo exhumando cadáveres de víctimas del franquismo, entienden que “todo esfuerzo por aumentar la transparencia y el libre acceso a la documentación histórica ayuda a conocer el pasado y es un derecho de las sociedades democráticas y de la verdad a la que deben tener acceso las víctimas de regímenes fascistas”.
Además, la ARMH tampoco pasa por alto que, entre 1936 y 1975, “se dio una explícita participación en el golpe de Estado por parte de la jerarquía católica española y una estrecha colaboración con el dictador durante más de tres décadas, al que otorgó el título de ‘Caudillo por la Gracia de Dios’. La Iglesia católica participó en el diseño de la represión de miles de españoles, convirtió su doctrina en la legislación de un régimen que se negó durante cuarenta años a celebrar elecciones democráticas y persiguió a quienes no cumplían con su dogma impidiendo el libre ejercicio de la libertad de conciencia”.
Un mínimo gesto
Ahora, ese “acceso a toda la documentación nos puede ayudar a conocer lo ocurrido e incluso a conocer el paradero de algunas de las miles de personas que continúan desaparecidas por los golpistas. Sería un mínimo gesto con respecto al daño que le hizo a nuestra sociedad la alianza entre la jerarquía católica y los fascistas españoles que tuvieron entre sus principales aliados a Adolf Hitler y a Benito Mussolini”.
Para Emilio Silva, presidente de la ARMH, “la jerarquía católica ha llevado a cabo mucha actividad con la memoria en su derecho de subir a los altares a quienes considera mártires de la Guerra Civil, pero la Iglesia católica se centra en lo que la señala como víctima y esconde su papel de verdugo, su activa participación en la represión, en la redacción de listas de personas que todavía se encuentran en fosas comunes y en adornar al dictador Francisco Franco de una legitimidad divina, otorgando el título de Caudillo por la Gracia de Dios, a cambio de mantener un enorme poder y formar parte de los aparatos represivos y corruptos de la dictadura”.