La pandemia ha hecho mella en las campañas de solidaridad de Obras Misionales Pontificias (OMP). Las limitaciones de colectas en las parroquias y restricciones para organizar actividades de sensibilización, especialmente en los colegios, hizo que en 2020 se recaudara alrededor de 750.000 euros menos que en 2021, cuando, “gracias a Dios, las actividades van recuperando la vitalidad tras dos años de pandemia”, según ha expuesto el director de Obras Misionales Pontificias, José María Calderón, durante la rueda de prensa para presentar la Memoria de Actividades 2021 de la entidad.
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En total, el pasado año los españoles donaron un total de 17,97 millones de euros. La realidad es que el coronavirus sigue haciendo mella en las arcas de OMP, puesto que en 2019, la recaudación era casi dos millones más que la de hoy. No obstante, la aportación de España a la OMP Internacional continúa siendo más que significativa. De hecho, como ha vuelto a recordar Calderón, el presidente de OMP Internacional escribió el pasado año al presidente de los obispos, el cardenal Juan José Omella, para dar las gracias por la ayuda a los misioneros. En concreto, tras restar los gastos de pastoral, administración y de ayuda a los institutos misioneros, España puso a disposición de la Santa Sede 14,1 millones de euros.
Del total de ingresos, la mayor parte viene de la recaudación en parroquias (7,73 millones), de herencias (3,75 millones) y de colegios (1,31 millones).
10.382 misioneros españoles
Más allá del factor económico, actualmente hay 10.382 misioneros españoles, 6.734 en territorio de misión a los que se unen otros 3.648 que se encuentran en nuestro país haciendo labores de animación o a la espera de destino. La mayoría son mujeres (54%) y la edad media es de 75 años.
El 67% de los misioneros españoles se encuentran en América, el 15% en Europa, el 11% en África, el 6,6% en Asia y el 0,4% en Oceanía. Los tres países con más misioneros de nuestro país son Perú (634), Venezuela (517) y Argentina (441).
En la presentación ha participado también la secretaria internacional de Infancia Misionera, Roberta Tremarelli, que ha animado una vez más a los niños españoles a seguir ayudando a los misioneros en la Jornada de Infancia Misionera. “Gracias a todos los niños que colaboran con los territorios de misión”, ha recalcado la máxima responsable de esta obra pontificia.
La misión de Luis Carlos Rilova
Para dar testimonio de que “lo recaudado aquí se gasta allí” ha dado su testimonio el misionero burgalés Luis Carlos Rilova. El misionero del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) ha sido el encargado de levantar desde cero una misión en Lusulu, con 30 kilómetros de radio y un censo, a ojo de buen cubero, de unas 35.000 personas. De la mano de un sacerdote local, se la recorre de arriba a abajo constantemente. Con una peculiaridad: en esta región situada en el noroeste del país y perteneciente a la Diócesis de Hwange no existe ni tan siquiera el concepto de poblado.
Sus habitantes viven en cabañas diseminadas, lo que dificulta todavía más el acceso y generar comunidad. “Algún paso hemos dado”, expresa con humildad sobre su trabajo para organizar con eficacia la animación pastoral, la formación de los líderes catequistas, acompañar a los niños y jóvenes, la caridad…
Así han logrado levantar un centro que sirve para mantener reuniones generales, con dormitorios corridos e instalaciones básicas de cocina y aseo para organizar encuentros de los diferentes agentes. De la misma manera, ha activado 22 comunidades cristianas que se reúnen todos los domingos para celebrar la Palabra.
