El sacerdote Vicente Rebollo Mozos (Revilla Vallejera, Burgos, 1964) es el nuevo obispo de Tarazona. El papa Francisco nombraba el 28 de junio al hasta ahora vicario episcopal para Asuntos Económicos de Burgos, que sustituye a Eusebio Hernández Sola. Rebollo, que recibirá la ordenación episcopal el 17 de septiembre en la Catedral de Santa María de la Huerta, conversa con Vida Nueva todavía emocionado, sintiéndose pequeño, porque “más méritos que otros no tengo”, pero “estoy disponible para entregarme como la Iglesia merece”.
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PREGUNTA.- Al recibir la llamada del nuncio, ¿se preguntó ‘qué he hecho’ o ya imaginaba que era porque se acuerdan de usted?
RESPUESTA.- (Risas) Descubres que se acuerdan de ti. Y confieso que te quedas un poco encogido cuando te dicen que es un encargo del Santo Padre. Me sentí pequeño, la verdad…
P.- Ha confesado que en su primer encargo parroquial, con solo 24 años, se sentía como un joven con la ‘L’ en su coche. ¿Va igual ahora a Tarazona?
R.- Uno recibe este encargo y va a aprender, a ser obispo con el pueblo, a ser su pastor. Siento que voy a acompañar, con ese espíritu voy a Tarazona. Sé que ese pueblo me va a enseñar mucho y espero que vean en mi un testigo del Dios de la misericordia.
Llevar las cuentas
P.- Tanto Fidel Herráez como Mario Iceta han confiado en usted para llevar las cuentas de Burgos. ¿Se lleva algún consejo confesable?
R.- Ambos me han dicho que no me preocupe demasiado por el encargo, que solo se trata de estar con ellos de forma sencilla. Otro obispo me decía una frase que me gustó mucho: “Déjate querer por el Espíritu Santo”. ¡Fíjate qué encomiendas más buenas me llevo!
P.- Tras ordenarse obtuvo una diplomatura, una licenciatura y un máster, todo relacionado con la economía. Cura y economista, ¿es una ‘rara avis’?
R.- Puede ser llamativo, pero a mí me interesaba y el obispo también me animó. No se trata de otra cosa más que poner los talentos al servicio.