Aunque julio es tradicionalmente el mes de vacaciones del papa Francisco, en el que se suspenden las audiencias y se reduce la agenda pública; el pontífice no ha falta a su cita dominical para presidir la oración mariana del ángelus tras haber presidido la eucaristía con la comunidad congoleña de Roma. Los fieles no han faltado a este encuentro con el Papa desde la Plaza de San Pedro y han recibido como obsequio en esta ocasión la nueva revista mensual que el periódico ‘L’Osservatore Romano’ ofrecerá elaborada por las personas sin techo, suplemento que se ha denominado ‘Osservatore di strada’.
- PODCAST: Actualizando la asignatura de Religión
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
El pontífice, al concluir la oración, recordó la beatificación, este sábado 2 de julio. en Argentina de los misioneros Pedro Ortiz de Zárate y Juan Antonio Solinas, los conocidos como mártires del Zenta. Asesinados en 1683 fueron una referencia por si labor misionera en el valle del Zenta, al noroeste del país. E Papa sestacó la defensa de las poblaciones indígenas desde el mensaje del evangelio e invitó a todos a mantener el compromiso por los más débiles.
Nuevamente, el Papa pidió por la paz en Ucrania y en el resto del mundo, en este sentido pidió a las autoridades que no mantengan la paz a través del control de armamento. “Hago un llamamiento a los jefes de las Naciones y Organizaciones Internacionales para que reaccionen ante la tendencia a acentuar el conflicto y la confrontación. El mundo necesita paz. No una paz basada en el equilibrio de las armas, en el miedo mutuo. No, eso no servirá. Esto es hacer retroceder la historia setenta años”, denunció. Para Francisco, “la crisis ucraniana debería haber sido, pero –si se quiere– todavía puede llegar a ser, un reto para los sabios estadistas, capaces de construir en el diálogo un mundo mejor para las nuevas generaciones. Con la ayuda de Dios, esto siempre es posible. Pero debemos pasar de las estrategias de poder político, económico y militar a un proyecto de paz global: no a un mundo dividido entre potencias en conflicto; sí a un mundo unido entre pueblos y civilizaciones que se respeten mutuamente”.
Discípulos en fraternidad
En su reflexión a partir de la liturgia del día, el envío de los 72 discípulos, Francisco destacó que Jesús “no envía gente solitaria delante de él, sino discípulos que van de dos en dos” e insiste en el “testimonio que han de dar más que a las palabras que han de decir”, los llama a “evangelizar con su comportamiento”. El Papa destacó que no son “predicadores que no saben ceder la palabra a otro”. “Es ante todo la vida misma de los discípulos la que anuncia el Evangelio: su saber estar juntos, su respeto mutuo, su no querer demostrar que son más capaces que el otro, su referencia concordante al único Maestro”, destacó.
Para Francisco, “se pueden elaborar planes pastorales perfectos, poner en marcha proyectos bien elaborados, organizarse hasta el más mínimo detalle; se pueden convocar multitudes y disponer de muchos medios; pero si no hay disponibilidad para la fraternidad, la misión evangélica no avanza”. En este sentido contó la anécdota de un misionero solitario en África que acabó funcionando como un “mero empresario” que hacía solo obras y papeleo y recuperó la vida comunitaria. “La misión evangelizadora no se basa en el activismo personal, es decir, en el ‘hacer’, sino en el testimonio del amor fraterno, incluso a través de las dificultades que conlleva la convivencia”, reclamó. En este sentido, el Papa concluyó su reflexión invitado a todos a evaluar su vivencia y testimonio de fraternidad lanzando algunas preguntas al aire.