“El diaconado es un oficio que debe hacer visible de manera especial la conexión entre la oración y el compromiso por los pobres”, ha recordado el purpurado
“Creo que ha llegado el momento de abrir el diaconado a hombres y mujeres“. Así de claro lo ha declarado el cardenal arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, en un artículo recogido por Katholisch, en el marco de la celebración del 150 aniversario de Ellen Ammann, una política sueco-alemana considerada como pionera del trabajo social y pieza fundamental en la visibilidad del papel de las mujeres en la Iglesia.
Si bien aún se está trabajando en la teología y en la práctica para dilucidar si pueden las mujeres acceder a este ministerio, el purpurado está convencido de que “esta renovación puede ser un gran regalo para la Iglesia”. “El diaconado es un oficio que debe hacer visible de manera especial la conexión entre la oración y el compromiso por los pobres“, escribe Marx, “por lo que espero que podamos encontrar la manera de dar a este oficio un perfil aún mejor”.
Asimismo, Marx ha asegurado que trabajará personalmente por la beatificación de Ammann, ya que numerosas instituciones se han comprometido también a que se examine una posible causa de esta mujer que, en 1917, pidió al arzobispo Michael Faulhaber que ordenara a un grupo de mujeres como diáconos.
“Ammann siempre se preguntó cómo podría resolver problemas concretos a la luz del evangelio”, subraya Marx. “Oración y vida, nunca hubo una separación para ella. Esto hace de Ellen Ammann una figura importante que nos ayuda a reconocer la imagen bíblica de Dios”, ha aseverado, recordando, además, que “la espiritualidad no puede separarse de la tarea de cambiar el mundo”.