El arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, pidió públicamente una reunión con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, luego de que este lunes se registrara un ataque contra otro sacerdote mexicano.
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Este lunes, a través de una carta publicada en el diario digital Quadratín Michoacán, el sacerdote Mateo Calvillo Paz, denunció que un hombre lo detuvo mientras viajaba en auto, procedente del estado de Querétaro, y lo agredió a golpes.
“El agresor debió ser un sicario –escribió el sacerdote– aunque no me presentó su credencial. Un psicópata, era muy alto y fuerte, moreno, con entradas en el pelo, tenía en los puños un arma, se dirigió a mí, abrió la portezuela de mi auto, me destrozó la cara, dejándola con hemorragias terribles”.
Y añadió: “me salió muy barato si pienso en la suerte de los hermanos jesuitas asesinados y en tantas muertes y masacres”.
En la carta también dijo sentirse honrado de “ser hermano de las víctimas de la violencia, inocentes, asesinados heridos despojados de sus pertenencias, expulsados de sus pueblos, de tantos muertos denunciados y de los no denunciados, los hijos perdidos, desaparecidos o enrolados con los narcos y criminales, todos los inocentes que Andrés Manuel no defiende porque anda dando abrazos a los asesinos y protege a los narcos”.
Urge entablar diálogo
Tras los hechos, el arzobispo Carlos Garfias, en entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola en W Radio, llamó a dialogar con el gobierno y con todos los sectores de la sociedad, a fin de colaborar para construir la paz en el país.
“Definitivamente se necesita un diálogo muy directo entre las autoridades civiles, las Iglesias, la academia, los empresarios y la sociedad civil, y en esa línea ir encontrando, no una estrategia de seguridad, sino un compromiso ciudadano con la reconstrucción de la paz”, apuntó.
Por ello, urgió a establecer un diálogo permanente en el que todos asuman su responsabilidad “para no estar buscando a quién no hizo bien las cosas“. Insistió en que si la sociedad civil mexicana no logra organizarse, cada quien seguirá expresando su punto de vista a partir de sus circunstancias particulares.
Una mano ante las críticas
Al ser cuestionado sobre lo dicho por el presidente Andrés Manuel López en el sentido de que la Iglesia católica cayó ante la violencia que había en otros regímenes gubernamentales, Garfias Merlos prefirió no entrar en polémica, y pidió al mandatario pensar en el hoy:
“Es el momento de hoy. Pido al presidente que podamos dialogar él y yo; los obispos de hoy con él, y ahí vemos en qué podemos colaborar y aportar. Por lo demás, cada quien puede interpretar con la información que tenga”.
También negó que estén desgastadas las relaciones entre la Iglesia y el Estado; más bien consideró que no se ha logrado tener un vínculo permanente, como se tuvo en otros tiempos. “Esta situación nos desafía aún más”, consideró.