El pasado 21 de junio la Fiscalía General del Estado de Chiapas giró orden de aprehensión en contra del sacerdote defensor de derechos humanos Marcelo Pérez, perteneciente a la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
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El sacerdote ha sido reconocido por diversas organizaciones nacionales e internacionales en virtud de su labor en defensa a los derechos humanos en comunidades indígenas como Chenalhó, Chalchihuitán y Simojovel.
Al presbítero se le acusa de haber participado en la retención y desaparición de 19 pobladores de Pantelhó, el 26 de julio de 2021, conflicto en el que fungió como mediador entre los pobladores y el grupo de Autodefensas del Pueblo ‘El Machete’, quien presuntamente se habrían llevado a las personas.
“Estoy tranquilo”
Recientemente, el padre Marcelo Pérez envió una carta al obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, cardenal Felipe Arizmendi, para enterarlo de esta situación. En la misiva señaló estar tranquilo, y en caso de llegar a concretarse la detención, “lo vivirá desde el espíritu del evangelio”.
“Mi corazón está muy en paz porque no he hecho nada mal; al contrario, entré el 27 de julio a Pantelhó para decirle al pueblo que son hijos de Dios y que no caigan en la misma violencia. Escucharon mis palabras, gracias a Dios y se detuvieron las detenciones y la quema de casas”, explicó. Y añadió: “‘Los Machetes’ han hecho lo que no debieron de hacer”.
El apoyo de la diócesis
También le explicó al cardenal Arizmendi que el actual obispo de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, está enterado de lo que está pasando. De hecho, a través de un comunicado, el obispo lamentó que la mediación que ha hecho la Iglesia local en varios conflictos no siempre sea agradecida; al contrario –dijo– muchas veces trae la ingratitud de algunos sectores involucrados que solamente persiguen sus ambiciones egoístas y no la búsqueda del bien común.
Tras señalar el nombre de varios laicos que han sufrido este tipo de persecución, a tal grado que varios ya se encuentran encarcelados, Rodrigo Aguilar señaló que esta situación ya se le ha dado a conocer a las autoridades de los tres niveles de gobierno, pero estas se encuentran “rebasadas, permisivas y/o coludidas por el sistema de control que el crimen organizado ejerce en el territorio nacional”.
“Como diócesis de San Cristóbal de las Casas instamos a que cese la persecución, represión e intimidación para nuestros hermanos y hermanas que luchan por la construcción de un mundo diferente y mejor”, aseveró.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas también ha salido en defensa del sacerdote chiapaneco, de quien ha destacado su compromiso a favor de los hermanos indígenas, de la defensa de la tierra ante los megaproyectos, de las familias víctimas de desplazamiento forzado y de la mediación en conflictos violentos.
El padre Marcelo Pérez, párroco del templo de Guadalupe de San Cristóbal, cuenta desde 2016 con medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), debido a amenazas de muerte por haber emprendido en Simojovel una campaña en contra del consumo de alcohol y de drogas.