Luis Gerardo Moro Madrid: “Necesitamos cambiar nuestra cultura de violencia”

En entrevista para Vida Nueva, Luis Gerardo Moro Madrid, SJ, provincial de la Compañía de Jesús en México, habla sobre la violencia en el país y el proceso para alcanzar la paz en la región, en el cual –dice– están dispuestos a colaborar.

PREGUNTA.- Luego del asesinato de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, el Gobierno se movilizó para recuperar los cuerpos. ¿Fue esta acción suficiente para atender las demandas de la Compañía de Jesús?

RESPUESTA.- Sí, los tres niveles de gobierno apoyaron para recuperar los cuerpos: el municipal, estatal y federal, pero realmente no será suficiente. La realidad de violencia no se va a resolver solo capturando a los cabecillas de los grupos delictivos. Necesitamos cambiar nuestra cultura de violencia, por una de reconciliación y amor, como nos lo enseñó el Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo. No podemos ni queremos quedarnos satisfechos ahora.

Si en 72 horas se lograron recuperar los cuerpos de dos personas y avanzar en las averiguaciones, ¿por qué no hacer esto con tantos y tantos casos impunes? Imploro a Dios que no olvidemos, que nos dé la gracia de la memoria histórica. Ya no podemos olvidar que en México llegamos entre 1964-2022 a 100.000 personas desaparecidas. Que hasta ahora llevamos 122.000 asesinatos. Que existe un mayor control territorial por parte del crimen organizado. Y eso todos y todas lo sabemos.

Semilla de esperanza

P.- ¿Existe la disposición del gobierno a un diálogo con la Compañía de Jesús, a fin de que, con la experiencia jesuita, se pudieran aplicar programas cuya utilidad está comprobada para dar seguridad a la población y devolver de manera paulatina la paz al país?

R.- La Compañía de Jesús mantiene el diálogo con el gobierno estatal y federal. Justo en el discurso de la misa con los cuerpos de nuestros hermanos jesuitas hice un llamado de paz que incluye todos los niveles de gobierno. Hacemos oraciones para que se revisen las causas estructurales de la violencia y se abran espacios para que, quienes la padecen, es decir, los más pobres del país, puedan gozar de libertad y paz en las diferentes comunidades en donde la están padeciendo de forma exacerbada.

P.- ¿Cuál sería su llamado al pueblo católico mexicano que en este momento experimenta ‘coraje’ por el asesinato de dos sacerdotes muy queridos?

R.- Desde la fe en Cristo Resucitado creemos que la vida no termina con la muerte; que la sangre de los mártires es semilla de esperanza, como hemos constatado por los testimonios de tantas personas en estos días. Nuestros hermanos entregaron su vida, no solo hasta el final, sino de manera cotidiana, siempre atentos y sirviendo a las demás personas.