El de ayer, jueves 7 de julio, tenía que haber sido un momento exclusivamente de alegría. Pero la celebración, tras dos años de espera por la pandemia, de la procesión de San Fermín en Pamplona, se vio empañada por el boicot violento de colectivos abertzales, quienes prorrumpieron en medio de la marcha con el santo e increparon y zarandearon a varias de las autoridades municipales presentes por su pertenencia a Navarra Suma. En especial, el gran afectado fue el alcalde, Enrique Maya, perteneciente a dicha formación.
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Tras este desagradable ataque, el Arzobispado de Pamplona publicó un comunicado en el que el propio arzobispo, Francisco Pérez, denunció “los incidentes que se han producido en la calle Curia en el retorno del cabildo a la catedral. Es lamentable que los miembros de las instituciones públicas, que representan a esta ciudad de Pamplona, o de las instituciones eclesiásticas sean agredidos e insultados y que quienes los protegen tengan que sufrir semejante expresión de odio y violencia”.
Entrega y generosidad
Finalmente, Pérez agradeció la “entrega y generosidad” de “las autoridades de la ciudad, la policía municipal y los sanitarios”, animándoles “a seguir en el trabajo que realizan”.
Y es que, como se aprecia en algunas imágenes, el propio arzobispo padeció en primera persona la tensión ocasionada por los radicales, teniéndose que emplear a fondo la policía para cortar una deriva violenta que podría haber empeorado aún más la situación.
Baste observar el #Rosario que el arzobispo de Pamplona lleva en su mano… y compararlo con los vasos de alcohol que esgrimen en alto quienes están emborrachados de odio…
¡¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!!
Gracias por su testimonio de mansedumbre, D. Francisco. pic.twitter.com/qbDrEBXHH7— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) July 7, 2022
También se ha manifestado condenando lo ocurrido el obispo de Alicante, José Ignacio Munilla, hasta hace poco prelado de San Sebastián. En su cuenta de Twitter ha compartido una imagen de Francisco Pérez en medio del bullicio y ha comentado lo siguiente: “Basta observar el rosario que el arzobispo de Pamplona lleva en su mano… y compararlo con los vasos de alcohol que esgrimen en alto quienes están emborrachados de odio. ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen! Gracias por su testimonio de mansedumbre, don Francisco”.