El secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, señaló que Francisco está “muy convencido de que una visita podría tener resultados positivos”
La Secretaría de Estado tiene la posible visita del papa Francisco a Ucrania como algo inminente en la agenda del pontífice. De hecho, el arzobispo secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, señaló en una entrevista este viernes, 8 de julio, al ‘Tele Giornale 1’ de la Rai, que él “no descartaría que el Papa vaya a Kiev en agosto”.
El prelado destacó que Francisco está “muy convencido de que una visita podría tener resultados positivos” y que por ello en si departamento trabajan en el tema para después de la visita papal a Canadá que está programada del 24 al 30 de julio. Gallagher destacó que el Papa “ha dicho que irá a Ucrania y siempre se ha mostrado dispuesto a visitar Moscú y a reunirse con las autoridades rusas”.
Desde la Secretaría, confirmó, empezarán “a estudiar realmente las posibilidades” según la evolución de la visita a Canadá. “Vamos a ver cómo resiste el Papa este viaje, que además es muy exigente, y luego ya veremos”, precisó. “Nuestros contactos con la Federación Rusa en este momento son más bien institucionales a través del Nuncio Apostólico en Moscú y a través del Embajador ruso aquí en la Santa Sede. Más allá de eso, no hay muchos contactos directos o personales”, añadió sobre una posible visita también a Moscú. Gallagher también precisó que “aunque estamos muy preocupados por las cuestiones ucranianas y la resolución de la guerra, al mismo tiempo nos preocupa el futuro de los Balcanes occidentales”.
Sobre un encuentro con el Patriarca Kirill se mostró optimista. “Creo que si el Patriarca y el Santo Padre viajan hasta Kazajistán para esta gran conferencia de religiones del mundo, sí, habrá un encuentro. Debemos intentar superar las dificultades y los malentendidos por la unidad de la Iglesia”. También mostró sus condolencias por el asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, a quien conocía personalmente: “Fue un hombre que ejerció una gran influencia más allá de las fronteras de Japón. También era una persona muy controvertida, pero un hombre de principios, un hombre con un gran sentido del bien común de su pueblo”.