Luzea, una aplicación para móviles con la que los católicos pueden encender sus velas en diversas iglesias del mundo, han colaborado con Sor Lucía Caram en su ambicioso objetivo de ayudar al pueblo ucraniano, asolado por la guerra. El propósito no era otro que el de conseguir treinta ambulancias en quince días para llevarlas a Ucrania, y ayudar de esta forma a la evacuación de heridos.
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Se estima que cada ambulancia supone salvar en el campo de batalla unas cien vidas. A modo de ejemplo, Sor Lucía cuenta que un soldado joven estuvo cerca de fallecer debido a una herida en la pierna, precisamente porque no había una ambulancia que pudiera socorrerle.
El proyecto 30×15 se financia, por un lado, mediante aportaciones privadas, con las que se persigue conseguir cada una de las ambulancias. Por otra parte están las donaciones directas de los vehículos.
De Italia a Ucrania
Los miembros de Luzea optaron por esta segunda vía para sumarse a la causa, buscando una ambulancia en condiciones óptimas. Tras muchos esfuerzos en España y el extranjero, Luzea encontró en la ciudad italiana de Vicenza una ambulancia que cumplía los requisitos. El desafío era llevarla desde el norte del país vecino hasta el punto de entrega.
Una vez alcanzado el número suficiente de ambulancias, los voluntarios de Sor Lucía organizaron una expedición desde España hasta la frontera entre Polonia y Ucrania. Una vez allí, les recibieron representantes del Ejército ucraniano, quienes las llevaron hasta Kiev para darles el uso pertinente.
A pesar de las dificultades, Luzea consiguió transportar su ambulancia desde Vicenza a través de un camión-grúa. No obstante, esta no pudo unirse a la comitiva general, cuya entrega se produjo el día 11 de julio, de modo que se entregó algo más tarde. Concretamente, el 13 de julio a la una de la madrugada. Inma fue la encargada de conducir el vehículo para pasar la frontera y entregarlo en Polonia.
