Son dos semanas de protestas y a través de José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, se ha constituido un equipo facilitador para sentar a las partes
Este 14 de julio José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, anunció que la Iglesia panameña aceptaba ser mediadora en el actual conflicto social y político a causa de las protestas por el aumento de los combustibles y alimentos, que ha paralizado varias ciudades del país.
Son dos semanas de protestas, Ulloa constituyó un equipo facilitador que se integró a la Mesa de diálogo por Panamá, realizada en la Ciudad del Saber.
El prelado ha señalado que “la prioridad del Equipo Facilitador de la Iglesia es sumar a todos los sectores de la población, porque todos somos necesarios en el entendimiento de la legitimidad de las acciones ciudadanas”.
La crisis en el país se agudiza tanto en el campo como en la ciudad hay desabastecimiento, “están escaseando algunos productos alimenticios y combustible debido a los cierres de calles, avenidas, carreteras, que también afectan a pequeños productores agropecuarios”, ha dicho el prelado.
“Exhortamos a nuestros hermanos para que, al menos intermitentemente, permitan la apertura de vías que faciliten el tránsito de pacientes que requieren servicios de salud, así como el traslado de comida, gasolina y diésel”, apuntó.
Asimismo Ulloa y su equipo han establecido una serie de principios para facilitar la mediación, entre los que se encuentran: Diálogo en una mesa única, consensuar una agenda única por parte de todos los actores, hacer un proceso dividido en etapas, primero la urgente, para superar la coyuntura actual y, posteriormente, un diálogo más profundo para delinear el camino de transformación del país que haga de él un Panamá más justo y equitativo.
Por ahora, la Iglesia hace votos (y gestiones) para sentar a las partes, puesto que más allá de la coyuntura apuestan por un Panamá donde el bien común y el desarrollo imperen, especialmente, en favor de los más vulnerables.
Foto: Arquidiócesis de Panamá