La asignatura “queda en un estatus de inferioridad que nada tiene que ver con que sea una equiparable a ‘materia fundamental’, como recogen los acuerdos entre la Iglesia y el Estado Español
Ante la entrada en vigor, el próximo curso escolar, de la LOMLOE y los cambios que supone la nueva ley para la asignatura de Religión, la junta de la Mesa de Educación en Libertad, integrada por organizaciones representativas de la comunidad educativa de la Comunitat Valenciana, ha expuesto las dificultades a las que se enfrenta para preparar la asignatura el próximo curso.
Así, en primer lugar han subrayado que “la especificidad de la asignatura de Religión y Moral Católica requiere de la necesaria colaboración y diálogo entre la administración educativa y los responsables de cada confesión religiosa”. Sin embargo, reclaman que no han podido reunirse con los delegados de Enseñanza de la comunidad.
“Como todo lo que se refiere a esta octava reforma educativa en democracia, consideramos que el proceso no ha sido el adecuado”, afirman. “A estas alturas del calendario, la organización del próximo curso escolar se está improvisando sobre la base de borradores. Lo que, a nuestro criterio, parece que pretenda que los nuevos decretos pasen desapercibidos para que el tiempo de reacción de profesorado y familias sea el menor posible”.
Por otro lado, señalan que la Conselleria ha ido facilitando a los equipos directivos de colegios e institutos una serie de “borradores de decretos” para que organicen el próximo curso. “Las distintas versiones de estos borradores han ido circulando entre la comunidad educativa, pero ninguno de ellos ha sido remitido de forma oficial a los responsables de las diócesis hasta que se hizo una queja formal”, explican, subrayando, además, que esto muestra “una falta total de sensibilidad hacia el trabajo de los docentes de esta materia, que han visto reducida a la mínima expresión la carga horaria de la asignatura”.
Asimismo, subraya “la voluntad del legislador de dejar sin una asignatura espejo la clase de Religión y Moral Católica, ha sustituido la anterior asignatura de valores éticos por una llamada “atención educativa” cuya propia definición es tan abierta que nadie sabe muy bien de qué se trata”.
Por último, el comunicado denuncia que “también en bachillerato, los borradores de decretos dejan a la Religión y Moral Católica en un estatus de inferioridad que nada tiene que ver con que sea una asignatura equiparable a ‘materia fundamental’, como recogen los acuerdos entre la Iglesia y el Estado Español, en la medida en que deja de ofertarse como el resto de optativas y el alumno que la elija tendrá una hora lectiva más que el resto de compañeros”.
“Además”, continúan, “por las experiencias de otros momentos en que se intentó esta forma de presión contra la asignatura se extendió la consigna no escrita de colocarla en el horario a primeras o últimas horas”, lo cual “en la práctica ya fue motivo de discriminación para el alumnado de Religión y Moral Católica que debía entrar antes o irse después que el resto de sus compañeros y por tanto veían dificultado el acceso en igualdad al transporte, y otras complicaciones añadidas“.