PEJ 2022: la Iglesia española, ilusionada con el primer mega evento juvenil tras la pandemia

22/07/2022 | Rubén Cruz

El apóstol Santiago espera a los 12.000 jóvenes que peregrinarán a su tumba del 3 al 7 de agosto

La Iglesia española vive con ilusión la espera del primer mega evento juvenil tras la pandemia. Cerca de 12.000 jóvenes de todo el continente peregrinarán a la tumba del apóstol Santiago con ocasión del Año Santo para formar parte, del 3 al 7 de agosto, de la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ) 2022, bajo el lema ‘Joven, levántate y sé testigo: el Apóstol te espera’.

“El objetivo es que los jóvenes se diviertan dentro de un contenido espiritual”, ha señalado hoy durante la presentación del evento Raúl Tinajero, director del Departamento de Pastoral de la Juventud de la Conferencia Episcopal Española.

La PEJ, que se lleva celebrando desde 1989, es el gran evento después de la pandemia a nivel de Iglesia en España. “Es un momento de esperanza, de alegría, un momento en el que tenemos puestas muchas ilusiones con los jóvenes en nuestro país”, ha destacado Tinajero.

El responsable de jóvenes de la Iglesia en España ve este evento como una oportunidad para seguir aterrizando la exhortación apostólica del papa Francisco ‘Christus vivit’. “Estos eventos son necesarios y fundamentales, pues ayudan en este proceso, pero no son lo único. No vamos de JMJ a JMJ y tiro porque me toca. Todo tiene sentido, estamos dentro de un proceso”. “La pastoral juvenil es mucho más que las JMJ”, ha agregado.

Los dos grandes temas de la PEJ 2022 son el discernimiento vocacional y la escucha. En primer lugar, el discernimiento vocacional va a estar presente en el evento con una apertura a todas las realidades en lo que han llamado ‘El pórtico de la vocación’. Es una nueva visión de lo que en otras JMJ o eventos se llamaba la feria de la vocación y que estará instalado en San Martín Pinaro.

En segundo lugar, han preparado ‘El Ágora de la PEJ’ -situado en la Casa de Ejercicios de Santiago-, en el que se le cede la palabra a los jóvenes, que serán escuchados por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, y otros obispos. “Se enmarca dentro de este proceso que estamos viviendo como Iglesia, que es el Sínodo de la Sinodalidad”, ha señalado Tinajero.

Por otro lado, el primer mega evento juvenil católico tras el Covid contará con un espacio para celebrar el sacramento de la Reconciliación, junto a la parroquia de San Fructuoso, y que se llamará ‘El abrazo del amor’. Además, 35 artistas ofrecerán conciertos durante esos días.

La PEJ en cifras

Más de 11.000 peregrinos repartidos por 11 rutas diferentes del Camino de Santiago.
Más de 430 voluntarios de la provincia eclesiástica de Galicia. Son jóvenes de las cinco diócesis gallegas -Santiago de Compostela, Mondoñedo-Ferrol, Lugo, Ourense y Tui-Vigo- y acudirán a Compostela como voluntarios para acoger y
acompañar a los peregrinos durante toda su estancia en la ciudad del Apóstol.
55 obispos participantes, que se repartirán las catequesis a los peregrinos.
Más de 30 puntos de alojamiento y 10 de catering.
21 espacios para para compartir y celebrar. En total 62 catequesis y celebración de la eucaristía.
Más de 100 talleres al día dinámicos, juveniles, activos, participativos y formativos divididos en 11 áreas pastorales -entre 5.000 y 7.000 jóvenes por cada turno de talleres-.
Cada día 2.000 jóvenes participarán en el Pórtico de la Vocación, una de las novedades en los encuentros de Pastoral Juvenil.
Más de 30 artistas participarán en los espectáculos musicales en la Residencia Universitaria Gelmírez (10.000 jóvenes) y La Salle (700 jóvenes).
360 jóvenes en representación de todas las realidades que participan en la PEJ compartirán un espacio de diálogo y escucha llamado El Ágora de la PEJ, dialogando sobre la sinodalidad.
Por las tardes y por las noches los alrededor de 12.000 peregrinos acudirán a saludar al Apóstol en la catedral en turnos de 1.500 jóvenes.
Medio centenar de jóvenes gallegos formarán parte del PEDAL -Potente Equipo De Animación Litúrgica- encargado de animar la vigilia y la eucaristía.