La respuesta de los obispos mexicanos tras el ataque a otro sacerdote

El padre Felipe Vélez de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa fue herido de bala en la cara mientras conducía su vehículo

padre Felipe Vélez Jiménez

El presbítero Felipe Vélez Jiménez, al frente de la parroquia San Gerardo María Mayela de Iguala, perteneciente a la diócesis de Chilpancingo-Chilapa (Guerrero), fue herido de bala en el pómulo derecho mientras conducía su vehículo; hasta el momento se desconocen los motivos del ataque, ni se detuvo a los responsables de estos hechos.



La Conferencia del Episcopado Mexicano lamentó el ataque ocurrido este jueves 28 de julio y expresó su rechazo ante “estos terribles hechos violentos que vivimos en México”.

En un comunicado, los obispos, quienes reportaron que el padre Vélez fue trasladado a un hospital cercano donde se encuentra sedado y fuera de peligro.

Los obispos pidieron “a Dios que nos conceda la paz que tanto anhelamos y rogamos por la conversión de los criminales que causan tanto dolor a la sociedad”.

El sacerdote se encuentra estable

Por su parte, el obispo de la diócesis de Chilpancingo–Chilapa, José de Jesús González Hernández, lamentó “profundamente el atentado contra la vida e integridad del presbítero Felipe Vélez” y pidió a las autoridades investigar la verdad de estos hechos.

El obispo González informó que el padre Felipe Vélez es atendido por médicos especialistas, “los cuales nos refieren que se encuentra delicado de salud, pero estable, lo que nos da gran esperanza en su recuperación”.

Asimismo, manifestó que como Iglesia particular, “estamos trabajando y siempre nos hemos declarado a favor de la construcción de la paz y del tejido social en nuestro estado y especialmente en nuestra diócesis, y creemos no haber sido ocasión para este tipo de acciones violentas”.

“Dejen de hacer el mal”

Consideró que hoy más que nunca el pueblo necesita saber que las autoridades e instituciones, responsables de la seguridad e impartición de justicia, están trabajando para protegerlo y cuidarlo, así como estar seguros que la impunidad, ya no es una constante en la impartición de justicia y atención e investigación de los delitos.

Finalmente, dijo: “hacemos nuestro el reclamo de la sociedad en que vivimos, ‘tener un ambiente de paz, tranquilidad y seguridad en Guerrero’. Porque Dios Padre los ama mucho, en el marco de la Jornada Nacional por la Paz, hacemos un llamado a la conversión a nuestros hermanos que con sus crímenes y delitos siembran tanto dolor y muerte. Conviértanse al Señor que nunca deja de amarnos. Dejen de hacer el mal”.

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