El P. Arturo Sosa, SJ, superior general de los Jesuitas, clausuró ayer el Año Ignaciano –inaugurado en mayo de 2021–, con el que la Compañía de Jesús ha conmemorado el 500 aniversario de la conversión de Ignacio de Loyola. Y lo ha hecho con una invitación a “comprometerse con generosidad en el servicio a los demás, con una entrega total”. Así lo ha expresado en la homilía de la Eucaristía celebrada con motivo de la festividad de San Ignacio, en la Basílica de Loyola, junto a la casa natal del santo y donde comenzó para él un nuevo itinerario de vida tras su herida en Pamplona.
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El mensaje del P. Sosa ha puesto el acento en la necesidad de reconocer, como hizo Ignacio, que el amor de Dios es más fuerte que los sueños de grandeza, y cómo esta conversión lleva al compromiso con los más vulnerables, con la reconciliación y el cuidado de la Casa común, colaborando en la construcción de un mundo más justo y una fraternidad auténtica.
“Desde nuestra realidad diaria, en la responsabilidad social, cultural, o de trabajo; en la comunidad, en casa, en el despacho, en la política, o en la cocina; allá donde tratamos de dejar una muestra de servicio por los demás, estamos acompañando a Jesús”, ha señalado.
Durante la Eucaristía se celebró la renovación de la consagración de la Compañía de Jesús al Sagrado Corazón de Jesús, que, como afirmó el P. Sosa, es signo del compromiso de abrir aún más los ojos para ver nuevas todas las cosas en Cristo. Esta renovación se ha realizado siguiendo la fórmula del P. Arrupe, SJ, en 1972, cuando renovó la primera consagración que realizara el 1 de enero de 1872 el entonces padre general Pieter Jan Beckx, SJ.
Celebración presidida por el arzobispo de Pamplona
La celebración ha sido presidida por Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona; y concelebrada por Santos Montoya, obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño; el P. Arturo Sosa; el P. Antonio España, SJ, Provincial de la Compañía de Jesús en España; el P. Cipriano Díaz, SJ, asistente del P. General para Europa meridional; Kepa Susperregi, párroco de Azpeitia; y el P. José Javier Pardo, SJ, delegado de la plataforma de Loyola.
Han asistido diversas autoridades y representantes de la sociedad civil, entre ellas el lehendakari, Iñigo Urkullu; el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano; la presidenta del Parlamento Vasco, Barkatxo Tejeria; así como la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta.
Francisco Pérez, al finalizar la Eucaristía, ha querido transmitir un saludo del papa Francisco y dirigiéndose al lehendakari y las autoridades políticas ha expresado la voluntad de la Iglesia a colaborar desde la fraternidad por la paz y la justicia. También ha animado a todos los asistentes a realizar los Ejercicios Espirituales.