América

Los obispos de Estados Unidos piden al Congreso no desaprovechar la oportunidad histórica de ser un país provida

Lamentaron que haya más inclinación hacia iniciativas de ley perjudiciales para la vida, la familia y el bien común





Los obispos de Estados Unidos consideraron que tras el fallo histórico de la Corte que negó el aborto como un derecho constitucional, existe una oportunidad esperanzadora para remodelar la sociedad norteamericana; sin embargo –lamentaron– que actualmente hay más inclinación hacia propuestas legislativas perjudiciales para la vida, la familia y el bien común.



Y es que –denunciaron- en este momento muchos congresistas han ignorado proyectos de ley que promueven “valiosos objetivos, y se han centrado en cambio en proyectos de ley que los atacarían“.

Estas últimas -dijeron- son leyes que no otorgan ningún valor a la vida de los niños hasta el momento de su nacimiento, separan el sexo y el matrimonio de su significado, promueve el uso de las personas como medios para lograr fines y despojan del derecho a la objeción de conciencia a quienes se oponen a estas características de la “cultura del descarte”.

Propuestas desestimadas

En cambio –continuaron- no se han tomado en cuenta ninguna de las medidas que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha apoyado, tal como un crédito fiscal ampliado para los hijos, para madres embarazadas; la Ley de Reembolso del Crédito Fiscal por Adopción o la Ley de Equidad para Trabajadoras Embarazadas.

Los obispos también han expresado su respaldo a una política federal de licencia familiar pagada, más apoyos para la salud y el bienestar de mujeres embarazadas y madres, asistencia con nutrición y vivienda asequible, restricciones ambientales sobre productos químicos que causan defectos de nacimiento, y disposiciones para ayudar a las familias de bajos ingresos.

Urge apuntalar la institución familiar

El episcopado norteamericano llamó al Congreso a ponderar el valor de la institución familiar: “También debemos reconocer que la familia, fundada en el amor y el don mutuo de marido y mujer, es el primer pilar de la sociedad, y que criar a los hijos es tanto un gran regalo como una responsabilidad de por vida”.

En ese sentido, señalaron que “la salud, la seguridad y el apoyo a la familia deben ser el centro de toda buena formulación de políticas. Un compromiso basado en principios; ser provida implica un compromiso tanto para proteger todas las vidas humanas, especialmente las más vulnerables, como para promover políticas que ayuden a las familias a prosperar. Mientras acompañamos a cada familia con oración y apoyo, aquellas dirigidos por padres solteros o adoptivos están cerca de nuestros corazones”.

Los obispos exhortaron a la sociedad civil, empresas, organizaciones sin fines de lucro y grupos religiosos, funcionarios gubernamentales en todos los niveles, y especialmente a los miembros del Congreso, a preguntarse cómo están apoyando a las familias en este momento, particularmente en lo que respecta a dar la bienvenida a una nueva vida y el apoyo a los niños en su crecimiento hasta la edad adulta.

Los firmantes del comunicado fueron: el arzobispo de Baltimore y presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB, William E. Lori; el presidente del Comité de Libertad Religiosa de la USCCB, el cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York; el arzobispo de San Francisco y presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la USCCB, Salvatore J. Cordileone y el arzobispo de Oklahoma y presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB, Paul S. Coakley.

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