En Ucrania –a pesar de la guerra– también es verano y los por eso los salesianos ha comenzado este lunes, 1 de agosto el “Verano de los Jóvenes”, coordinado por el religioso Maksym Ryabukha de la provincia religiosa de María Auxiliadora que agrupa las presencias de la Ucrania greco-católica. La experiencia, que se desarrolla en Kiev trata de atender a los menores que se han queda en el país.
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Víctimas de la guerra
Más allá de las fronteras, por Europa se repiten las experiencias con los niños y jóvenes refugiados ucranianos. En la ciudad polaca fronteriza de Žytomyr, donde están presentes los salesianos, son 150 los niños, adolescentes y jóvenes que participan en el campamento salesiano de verano, según ha informado la agencia de noticias salesianas ANS. Los salesianos, destacan desde la congregación, “se esfuerzan al máximo y en las realidades más diversas del mundo, para ofrecer a los niños que sobreviven a la guerra oportunidades de esparcimiento y entretenimiento, así como de crecimiento y desarrollo para su futuro”.
Por ello, también en Eslovaquia un grupo de 8 chicos refugiados ucranianos, de entre 14 y 17 años, han viajado hasta Malta, para pasar unas vacaciones de diez días con la colaboración de la asociación de Antiguos Alumnos de Don Bosco de los dos países. En Malta, los destinatarios estás asistiendo a clases diarias de inglés. También en la República Checa, además de organizar una serie de actividades lúdicas los salesianos están reforzando del aprendizaje del checo de cara al nuevo curso escolar. Para el coordinador de la Respuesta Salesiana a la Emergencia Ucraniana, George Menamparampil, “los niños víctimas de la guerra necesitan una atención aún mayor de nuestra parte: actividades que los hagan participar con el corazón y el alma, los ayuden a enfrentar el trauma de tener familias divididas, de ser testigos de la violencia y destrucción, de ser exiliados de sus hogares”.