“En vez de querer salir por las noches y tomarme siete copas, lo que me apetecía era quedarme en casa rezando el rosario”. Esta es la profesión de fe que Tamara Falcó comparte en ‘La marquesa’, la docuserie sobre su vida que se estrenó ayer en Netflix.
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Para la hija de Isabel Preysler y ganadora de Masterchef Celebrity, su condición de creyente ha impregnado su día a día: “Hace diez años, la fe apareció en mi vida y la cambió”. De hecho, recuerda que “llegué a plantearme ser religiosa, aunque al final ese no era el plan de Dios y decidió sumarme a mi vida un novio. A Íñigo le quiero con locura, pero hay una parte de mi alma que está en Dios”.
En la naturaleza y en el ruido
“No es que Dios no estuviera antes presente, sino que yo no lo quería ver. Cuando empecé a creer en Él, empecé a florecer como persona”, apunta la marquesa de Griñón, que detalla cómo “a Dios le descubro muchas veces en la naturaleza, en el ruido, en el silencio… A mí la naturaleza, me cura el alma”.
En uno de los capítulos del programa televisivo, la marquesa de Griñón relata su encuentro con Francisco, que apenas duró unos segundo durante un saludo en la audiencia general del pasado…. “El Papa se ha enfadado conmigo por arrodillarme, ¡muy heavy tía!”, expone la diseñadora, mientras se ve el gesto del pontífice argentino para que se levantara, puesto que nadie de las decenas de personas que participaron en el saludo se arrodillaron ante él porque no forma parte de protocolo eclesial alguno.
En milésimas de segundo
“Como llevaba la imagen de la Virgen, él lo que no quería es que la Virgen se arrodillara ante él, lo que me parece muy humilde por su parte. Después me la ha bendecido y me he quedado atónita”, justifica Tamara, que bromea a continuación sobre la anécdota: “Mi cerebro no me daba para eso. Fueron esas milésimas de segundo”. “Sé que el Papa siempre bendice objetos que podamos llevar. Me llevé 87 rosarios y una medallita de la Virgen de mi colección con Tous”, relata,
En otro momento del reality, se puede ver a Tamara con un grupo de tres amigas más -las hermanas Finat y Clara- rezando el rosario online, con el apoyo de un sacerdote: “Soy bastante nueva en la macrofiesta del rosario. Cuando se murió mi abuela, me invitaron y me hicieron embajadora”.